In Memoriam – Carles Tarragó Gatell, presidente de la Federación Española de Belenistas
2020 será un año del que casi nadie guardaremos un buen recuerdo. Más bien lo contrario.
Al poco de empezar su singladura nos sorprendía un virus extraño, esquivo, que nos ha cambiado la vida, pero lo peor no es eso, sino las vidas que se ha llevado con él, entre ellas algunas en nuestro ámbito belenista, y una de la últimas, ayer mismo, la de nuestro presidente de la Federación Española de Belenistas, Carles Tarragó Gatell.
Para muchos de nosotros era más que un amigo, más que familia: un hermano del belenismo, en el amor por este arte y esta cultura por la que tanto hemos trabajado y luchado conjuntamente estos últimos años.
Con una gran y acusada personalidad, como antes decía Carles era ante todo un AMIGO, en mayúsculas, además de una PERSONA (nuevamente en mayúsculas) leal, cercana, cabal, atenta, constante y puntual, excepto cuando visitaba belenes dando la vuelta al país entre Navidad y Nochevieja, en que podía presentarse a verlos incluso ¡¡¡de madrugada!!!, tras una kilometrada en coche.
Pocas veces hemos visto a alguien disfrutar y saborear como él cada detalle escondido entre escayola, porexpán y musgo, y emocionarse hasta el llanto delante de un belén.
Además, Carles era serio y riguroso en el trabajo y amable y divertido en el trato, siempre usando la distancia corta, lo que le hacía cercano a todos aunque no le conocieran de antes. Siempre estuvo abierto a escuchar y tender puentes y a ser audaz, si la situación lo requería, en el tratamiento de algunas cuestiones o en el planteamiento de soluciones a problemas…
Quienes esto escribimos no somos amigos de pésames ni tampoco de coronas para honrarle, aunque sea lo tradicional en nuestra cultura y suponga un «estándar» social en nuestra forma de vivir un duelo, pero creo que, para lo creativos que somos los belenistas, todo esto se nos queda escaso.
Los pésames, puntuales por naturaleza (y menos mal) tendríamos que conseguir convertirlos en arrope real y continuado a las personas que más de cerca sufren una ausencia. ¿Difícil? Sí, pero no imposible. Es cuestión de voluntad y de ser personas serviciales, como lo era Carles, aunque la distancia de muchos de nosotros con Tarragona en este caso no ayude.
Igualmente, las coronas o las flores, que se marchitan por muy bellas y caras que sean (hasta las de plástico y tela se ajan), deberíamos lograr sustituirlas por algo perenne que recuerde y perpetúe la memoria de quien ya no veremos ni tendremos físicamente entre nosotros, pero con lo que podamos hacerlo ESTAR, aunque de otro modo. Algo pensaremos en la Federación para ello.
La huella de nuestro Carles en las personas que hemos coincidido con él, siempre quedará ahí, en nuestros corazones, al igual que en la Federación Española de Belenistas, en la Federació Catalana de Pessebristes, en su querida Associació de Pessebristes de Tarragona y en el Museo Internacional de Belenes de Mollina, porque no sólo era un gran gestor sino un maravilloso autor belenista. Una verdadera lástima que su prematura partida no le haya permitido entrar en la Junta Directiva de la UN.FOE.PRAE (Universalis Foederatio Praesepistica), donde sin lugar a dudas también hubiera dejado su impronta.
Gracias a su empeño personal, se ha dado un gran impulso al arte belenista logrando en su corto pero intenso mandato que, por fin, el Ministerio de Cultura inicie el expediente para la declaración del belenismo como Patrimonio Cultural Inmaterial de España, paso necesario previo para su elevación a la UNESCO.
Del mismo modo, ha logrado unir los esfuerzos de todos los belenistas del país en torno al Congreso Internacional que tanto la Federación Española como la Catalana, junto con las asociaciones de Barcelona, Gipuzkoa y las de la sede principal (Sevilla) y subsedes (Mollina, Jerez, San Fernando y Córdoba) organizarán en 2023 para la UN.FOE.PRAE en Andalucía Occidental, su otra «patria», para conmemorar y celebrar los 800 años del milagro de San Francisco en Greccio y aquel primer belén.
Muchas han sido las iniciativas y propuestas en que hemos trabajado conjuntamente para llegar a estos objetivos y ahora Carles nos guiará en el último tramo desde el cielo, junto al Niño Jesús en ese Belén eterno para el que han querido contar con él lo antes posible. Allí en el cielo ganan con su presencia, pero nos dejan un poco huérfanos aquí abajo.
De ahora en adelante Carles, para los belenistas federados y asociados de nuestra generación, es y será nuestra luz, nuestro faro, la Estrella que nos guiará al portal, nuestra rosa blanca en las manos de la figurita del Niño Jesús.
Gracias por habernos dejado formar parte de tu vida, ser amigos tuyos y haber podido compartir sueños y desvelos por nuestra pasión: el Pessebre, el Belén. Siempre estarás con nosotros. GRACIAS POR TODO Y POR TANTO.
Descansa en paz, pero no mucho, que a las fechas en que estamos hay que montar pronto el Belén, aunque sea el celestial.
Pieza musical: Requiem «In Paradisum», Gabriel Fauré
Ha fallecido Carles Tarragó Gatell, presidente de la Federación Española de Belenistas
Desde esta tarde, la Federación Española de Belenistas y todos amantes del belén nos sentimos un poco huérfanos: Carles Tarragó Gatell, nuestro presidente, ha partido para disfrutar del gran Belén celestial.
Nuestro más cariñoso abrazo a su familia y a toda la familia belenista.
Además de su trabajo en la construcción y montaje de pesebres de su querida Associació Pessebrista de Tarragona, como en las tareas de gestión al frente de la Federación, su pasión por el belén era tal, que le llevaba a coger la maleta todos los años por Navidad y a montarse en el coche para hacer miles de kilómetros, habitualmente entre el 25 y el 31 de diciembre, recorriendo toda España de norte a sur y de este a oeste viendo todos los belenes que podía.
Desde este año no se perderá ninguno de nuestros nacimientos. Nos acompañará en los montajes y los disfrutará desde el cielo.
¡Muchas gracias por tanto, amigo Carles, y cuida de nosotros!
Pieza musical: «Bihar Arte» (Hasta mañana), Kepa Junkera y Cobla Sant Jordi
La Asociación Belenista de Álava presenta el número 3 de su revista JaiotzAraba, correspondiente a 2020, que tiene el siguiente índice de contenidos y portada:
Editorial: Ante el dolor, ilusión
Para conocernos
Fundación de la Asociación Belenista de Álava, por Pedro Pablo González Mecolay
Josetxu Ortiz de Zárate, Trofeo Federación Española de Belenistas 2020
Beatriz González Mendívil, Trofeo Padre Juan Cruz Apodaca 2018
Pablo López Campos, Trofeo Padre Juan Cruz Apodaca 2019
Gorosti Taldea, grupo belenista, por Josean Morlesín Damián
Para recordar: Un año difícil y muy especial
Pregón de Navidad
Encuentro de Asociaciones de la Zona Norte
«Abierto por montaje»
XXXII Muestra Belenista de Álava y Ruta del Belén
Concurso Escolar y Familiar de Belenes
Noche del Belén
Encuentro con la comunidad musulmana
Asamblea General Ordinaria
Cursos de Iniciación 2020
Actividades suspendidas
Participación en el Congreso Nacional Belenista Virtual
Preparación de la Campaña de Navidad
Para practicar
Iniciación al belenismo (III)
El proyecto
Tabla de medidas
Perspectiva
Proporciones
Cómo hacer y vestir figuras napolitanas, por María Cristina Ferrer García
Para conocer
Breve historia del belén (III): El desarrollo del belén en Italia, foco de irradiación del belenismo
Escenas del ciclo de Navidad (III): «El sueño de San José»
Navidad en el arte de la Diócesis de Vitoria: Pinturas de la cúpula del Santuario de Nuestra Señora La Antigua de Orduña, por Ricardo Garay Osma
Santuario de Nuestra Señora La Antigua en Orduña
Breve historia del Santuario
Cúpula del Santuario: ciclo pictórico de la vida de la Virgen
Artífice: Pedro López de Robles
Aspectos técnicos
Iconografía
Ciclo de infancia de Cristo
Anunciación – Encarnación
Adoración de los pastores
Adoración de los Reyes Magos – Epifanía
Presentación en el Templo
Huida a Egipto
Ciclo de infancia de María
Nacimiento de la Virgen
Museo de los Faroles: Iconografía en las carrozas de los Misterios Gozosos. Escenas habituales del arte del belenismo durante el ciclo de la Navidad, por María Camino Urdiain Martínez (en el 125 aniversario de la creación de la Procesión de los Faroles, 1895-2020)
Los Misterios Gozosos
Aspectos iconográficos de las escenas de los Misterios. La Anunciación y/o Encarnación
La Visitación de María a su prima Santa Isabel
El Nacimiento del Hijo de Dios
La purificación de Nuestra Señora y presentación del Niño en el Templo
El Niño Jesús, perdido y hallado en el Templo
Colofón
Parque de La Florida: 200 años de historias en la historia de la ciudad, por Susana Añarbe
La Navidad en Álava (II), por Joaquín Jiménez Martínez (26/07/1921 – 09/08/2019)
Para reflexionar
¿Habrá Navidad?, por Alfonso Ruiz de Arcaute
Pregón de la Navidad 2019, por Enrike Ruiz de Gordoa (Iglesia del Carmen de Vitoria-Gasteiz, 13/12/2019 – 20:30h)
Para celebrar
Una cena para compartir:
Alcachofas fritas, langostinos y jugo de carne
Merluza asada con ragut de guisantes y callos de bacalao
Canto de Navidad: «Oi Bethleem», partitura del Padre Donostia
La Marimorena, de Kontxi Martínez de Madina Díaz de Otálora
El belén de… Iñaki Cerrajería
Homenaje a Ibáñez, de Gorosti Taldea
Para participar
«JaiotzAraba nº 3» Director: Alfonso Ruiz de Arcaute Cantera Editor: Asociación Belenista de Álava Mes y año de edición: 12/2020 Descripción: 80 páginas, 24×17 cm – Encuadernación: rústica ISBN 13 : N/D – Depósito Legal: VI-1.081/2019 Impresión: Imprenta de la Diputación Foral de Álava
Desde la Asociación Cultural Belenistas de Cuéllar, hemos desarrollado una iniciativa, dentro de nuestras posibilidades, para agradecer su trabajo y dedicación a aquellas personas que están en primera línea de lucha contra la pandemia provocada por el coronavirus, como es el PERSONAL SANITARIO.
Sabemos que, por todas partes, hay iniciativas para confeccionar mascarillas, batas, etc., y nosotros lo único que pretendemos con este detalle es dar las gracias, a nuestra manera, a todos esos profesionales que se exponen diariamente al Covid-19 y exponen a sus familias.
Con ese objetivo, querer DARLES LAS GRACIAS, nace desde nuestra asociación el proyecto de las “PIEDRAS DE LA ESPERANZA”.
Primero tuvimos que pensar en cómo hacer algo sencillo, tanto para realizarlo como para conseguir los materiales para ello, dada la situación actual de confinamiento.
El material elegido fue la piedra, entre otras cosas porque es algo que perdura intacto en el tiempo y es fácil de pintar, pero también quisimos tener en cuenta el sentido de una piedra, el de construir: todos somos piedras de una misma Iglesia, y nuestra misión en este caso, como belenistas, era la de AGRADECER.
Para conseguir las piedras, hablamos con la empresa Construcciones Mariano Rico SL, para ver si nos las podía proporcionar y, muy amablemente, nos contestaron que podíamos utilizar todas las que fuesen necesarias, por lo que les estamos muy agradecidos por la donación. Nuestra asociación se encargará de todos los gastos de pintura y demás materiales.
Quedaba elegir qué diseño reflejar en las piedras. Era sencillo: para los que somos belenistas nuestra imagen principal del belén es la del Niño Jesús, y el PERSONAL SANITARIO, ahora mismo, es nuestro Niño Jesús, nuestro SALVADOR.
El dibujo definitivo es una carita del Niño Jesús con mascarilla y gorro por la parte delantera de la piedra y, por la parte de detrás, la leyenda escrita “GRACIAS 2020”.
Un equipo de 20 socios ya estamos en marcha pintando en nuestras casas las “Piedras de la Esperanza”, con la colaboración inestimable de nuestros hijos. Los materiales que se han repartido a cada socio son: un pack de pinturas básicas, tres pinceles y quince piedras, acompañados de varias fotocopias con las pautas generales del dibujo, un círculo cromático para hacer las mezclas y otra con ojitos para tener variedad.
La idea es llegar esta semana a 600 unidades, que son del tamaño de la palma de una mano, y serán repartidas a todo el personal sanitario de Segovia, que está en una situación muy crítica y lo está dando todo. Ojalá podamos hacer muchas y se sumen más asociaciones de otros lugares y cada una los realice para su zona.
PAZ Y BIEN
Sonia Martín Quijada
P.D.: Os adjuntamos varias muestras por si os animáis. La ocasión lo merece…
La Asociación de Belenistas de Jerez nos ha facilitado un vídeo titulado «Jesús: Pasión, Muerte y Resurrección», hecho a partir de fotografías realizadas por Antonio Romero Virtudes sobre escenas realizadas por belenistas jerezanos, con figuras de José Luis Mayo Lebrija. La canción que se escucha de fondo es «Su Carita Divina», interpretada por el Coro Virgen de Belén.
Las escenas de la pasión, muerte y resurrección de Jesús, seguidas por sus autores, son las siguientes:
«El Bautismo», Anselmo Ceballos Caro
«Resurrección de Lázaro», José María Lozano Albuin
«La Unción de Jesús por María Magdalena», Juan Luis Fernández Soto
«La Entrada en Jerusalén», Miguel Pérez Carrillo
«La Expulsión del Templo», Antonio Peña Bernal
«El Lavatorio de Pies», Ramón García Sánchez
«La Última Cena», Vicente Prieto Bononato
«La Oración del Huerto», José Manuel Cobos Fernández
«El Prendimiento», Esteban Benítez Domínguez
«Jesús ante el Consejo», Esteban Benítez Domínguez
«Las Negaciones de Pedro», Francisco Javier Gutiérrez Fernández
«La Flagelación», Manuel Ramírez Santos
«La Coronación de Espinas», Antonio Romero Virtudes
«Ecce Homo», Luis Romero Racero
«Jesús o Barrabás», Gonzalo Barroso Núñez
«La Calle de la Amargura», José Manuel Aladro Iglesias
«Las Caídas», Tomás Gandolfo Simón
«La Verónica», Juan Manuel Aparicio Sánchez
«La Crucifixión», Juan Mateos Portillo
«La Exaltación», José Manuel Prieto Simancas
«La Expiración», Esteban Benítez Domínguez
«El Calvario», José Guerra Carretero
«El Descendimiento», Pedro Sánchez Romero
«La Lanzada», Francisco Javier Ramírez Serrano
«La Piedad», Manuel Salado Argudo
«Traslado al Sepulcro», José Alfonso Reimóndez López
«El Enterramiento», José Manuel Salguero Rendón
«La Resurrección», Pedro Ramírez Pazos
«Aparición a María Magdalena», Manuel Alcocer Caridad
«Aparición camino de Emaús», Gonzalo Barroso Núñez
«Aparición en el Mar de Tiberiades», José Luis Morales García y Jaime Pina Aránega
Los belenistas son expertos en representar el nacimiento de Jesús en un establo de Belén, que es pregonado por los ángeles a los pastores y anunciado por la estrella a los magos de Oriente. Pero, cuando llega la Semana Santa, también hay asociaciones de belenistas que organizan exposiciones para presentar los sucesos de la Pasión de Jesús, siendo una verdadera catequesis plástica y visual, un inspirado ejemplo del arte y la religiosidad de los belenistas, que mantienen vivas para las gentes de ahora las historias evangélicas descritas en épocas pretéritas de la Historia del Arte. Combinando el modelado, la perspectiva, el color, la luminotecnia y la ambientación, los trabajos exhibidos en estas exposiciones son la actualización estética y plástica del mensaje de fe transmitido por el arte durante siglos. Un mensaje de fe, un mensaje religioso que nos ayudará a meditar sobre la doctrina de la verdad y del amor, de la solidaridad y la entrega. Un mensaje que nos ha de alentar a comprometernos con el auténtico significado de la vida en plenitud de sintonía con los planes divinos.
Esas exposiciones ponen ante los ojos del pueblo las historias de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, como en siglos pasados hacían los capiteles, las vidrieras, los retablos, la imaginería para las procesiones, que todavía continúan desfilando. Y ahora, como entonces, muchos se extasían y emocionan con los excelsos episodios que se narran.
Pero ello no basta, porque esas escenas son, además, una firme invitación a que vivamos dignamente la fe que profesamos, la que nos exhorta a esforzarnos sin tregua por hacer un mundo mejor con nuestro comportamiento modélico, con nuestro trabajo responsable, con nuestro aliento ante el desánimo, con nuestra crítica constructiva, con nuestro sacrificio callado, con nuestra alegría o nuestras lágrimas, con nuestro afán por la concordia, con nuestro luchar por la justicia, con nuestro desvelo por la paz, con nuestra serenidad en el estruendo, con nuestra cordura frente al tumulto, con nuestra denuncia valerosa, con nuestra reflexión en la polémica, con nuestra exigencia de sinceridad y honradez, con nuestra confianza de que siempre es posible mejorar día a día, porque siempre habrá metas que alcanzar más allá de la meta, horizontes de luz brillando más espléndidos detrás del horizonte que nuestro sol alumbra. No dando ni un solo paso sin tener constantemente presente el mensaje de Jesús, que no es una utopía irrealizable, como nos enseñan tantos testigos vitales de la doctrina del amor, que nos ayudan y nos confortan, si sabemos encontrarlos entre tanta maraña de escándalos, de corrupciones, de engaños, de maldades y odios que los ocultan y que, tantas veces también, nos atrapan a nosotros.
¡Cuánta responsabilidad, pues, para los cristianos vivir cada año la Semana Santa no como una festividad folklórica, sino como firme compromiso de actuación coherente! Ya que la mayor incoherencia personal, nuestro gran fracaso como cristianos, que explica el fracaso al que se enfrenta la civilización occidental, es ignorar que no hay más camino, más verdad, ni más vida que ser fieles a Jesús practicando la doctrina del amor que Él nos enseñó.
Juan Giner Pastor
Catedrático de Historia. Medalla UN-FOE-PRAE 2000. Insignia de Oro FEB 2004. Trofeo FEB 1981. Director de la revista Anunciata 1995-2006. Maestro Mayor Belenista. Premio Nacional de Experiencias Didácticas 1987
En este año 2020 las procesiones y ceremonias públicas de la Semana Santa, que conmemoran la Pasión y Muerte de Cristo, se han anulado obligatoriamente por el gravísimo estado de alarma que ha motivado la pandemia del coronavirus. Pero los cristianos podemos continuar celebrando en la intimidad los misterios más sagrados de nuestra fe, aunque nos veamos privados del peculiar ceremonial que convierte las calles en escenario, a veces espectacular, de pública devoción penitencial, de multicolor presencia cofrade, que vivifica el sentimiento y aviva los sentidos. Admirar el arte de la imaginería, las filigranas de orfebres, ebanistas y bordadoras, el aroma de flores, cirios e incienso, el colorido de ornamentos y vestas, el resonar de las marchas sacras, no ha podido ser en estos días de la primera luna llena de primavera. El año 2020 quedará marcado para siempre por tan triste realidad, y por otras muchas anulaciones, cierres y frustraciones en múltiples facetas. Y como estamos obligatoriamente recluidos, tal vez esta Semana Santa la hemos podido vivir de una forma más penitencial y auténtica, desprovista de las características vacacionales y multitudinarias de los nuevos tiempos, en los que la Pasión de Jesús ha sido declarada de interés turístico.
Que el mal existe es una realidad indudable que el mundo entero está padeciendo con la tragedia del coronavirus. Pero también existe el bien, la bondad silenciosa, la entrega ejemplar a los demás, que igualmente evidencia la entrega de tantos sanitarios, de todas las fuerzas de orden, de todos los trabajadores que nos ayudan y confortan ejemplarmente mientras estamos recluidos por el decreto de alarma sanitaria.
Estos días nos invitan a reflexionar sobre todo esto. Para los cristianos la Semana Santa, así considerada desde los primeros tiempos de la Iglesia a causa de los grandes misterios que en ella se celebran, propicia la reflexión sincera como invitación a renovar la fe y a profundizar en el sublime sacrificio que en estos días se conmemora y se actualiza.
Un sacrificio que desde el Cenáculo hasta el Sepulcro está repleto de enseñanzas y ejemplos: la enseñanza del amor fraterno, de la vocación sacerdotal, del servicio desinteresado, el ejemplo admirable de la entrega total por amor. Jesús lavando los pies a sus discípulos, pidiéndole al Padre en el huerto de Getsemaní que le liberase de la agonía, pero aceptando también la voluntad suprema. Jesús traicionado y entregado por uno de sus amigos. Jesús abandonado por todos sus íntimos e, incluso, negado por aquel a quien más había distinguido. Jesús acusado de blasfemo, abofeteado y escupido. Jesús flagelado, coronado de espinas, escarnecido y entregado al odio de las turbas por la cobardía pusilánime de Pilato. Jesús cargado con la cruz de los pecados de la Humanidad, cayendo exhausto bajo su peso, pero también ayudado por el Cirineo. Jesús escuchando el llanto estremecido de su Madre o el de las piadosas mujeres. Jesús expoliado de sus vestiduras y clavado con saña brutal de pies y manos en el patíbulo infamante de la cruz. Jesús perdonando a sus verdugos y al buen ladrón Dimas. Jesús venciendo la tentación suprema de mostrar su poder salvándose a sí mismo, como le pedía con burlas la chusma. Jesús derramando entre crueles sufrimientos hasta la última gota de su sangre y encomendando su espíritu al Padre para, muriendo, darnos la vida eterna. Jesús descendido de la cruz y depositado en los brazos de su desolada Madre. Jesús sepultado con apresuramiento por unos amigos abatidos y temerosos… ¡La muerte! ¡El sepulcro! ¡La desolación! ¡El miedo! ¡El aparente final! Pero, ¿acaso no había dicho el Maestro: “Yo soy la resurrección y la vida”?
La muerte de Jesús cumplía la misión redentora, pero su resurrección gloriosa rubricaría el triunfo de la doctrina de la paz, de la bondad y de la fraternidad. Y como nuestra fe se puede incluso tambalear ante desastres como los que estamos padeciendo, no olvidemos el ejemplo de María, que bajo la cruz estuvo asociada al dolor de Jesús, manteniendo firme su fe.
Todo ello nos lo actualiza la Semana Santa como reflejo del dolor, de la traición, del odio violento que oscurecen la historia; pero también de la piedad y de la entrega total y misericordiosa que nos hacen resucitar a un mundo mejor. A este mundo anhelado que solo es posible si nos esforzamos hasta el límite para sembrar alborozo y esperanza, para cumplir dignamente con nuestras obligaciones cotidianas, teniendo constantemente presente el mensaje de Jesús, que no es una utopía irrealizable, según nos enseñan tantos testigos vitales de su evangelio de amor.
Juan Giner Pastor
Catedrático de Historia. Medalla UN-FOE-PRAE 2000. Insignia de Oro FEB 2004. Trofeo FEB 1981. Director de la revista Anunciata 1995-2006. Maestro Mayor Belenista. Premio Nacional de Experiencias Didácticas 1987
Tal como reza el Acta de Constitución de la Asociación de Belenistas de Madrid, «En Madrid, a nueve de Abril de mil novecientos cuarenta y cinco, con permiso de la Autoridad y para dar cumplimiento a los Artículos Cinco y Siete de la Ley de Asociaciones de 30 de Junio de 1887, se reunieron la Junta Organizadora y socios fundadores para constituir la Asociación de Belenistas de Madrid«. En aquella reunión fue nombrado presidente D. Manuel de Mora López, el primero de una lista que acaba en el actual, el undécimo, D. Eugeni Barandalla Corrons. Muchos de ellos presidieron o tuvieron cargos de relevancia también en la Federación Española de Belenistas.
Por tanto, nuestros amigos cumplen 75 brillantes años como entidad, no solo por aquello de que cumplen sus bodas de brillantes, sino por su ejemplar trayectoria a lo largo de los años, recientemente reconocida por la Federación Española de Belenistas con la Distinción de Honor 2019 y con la concesión por parte de la Comunidad de Madrid de la Cruz de la «Orden del Dos de Mayo» en 2016.
La Asociación tenía varios actos previstos para festejar la efeméride, pero la situación actual del estado de alarma ha obligado a posponerlos. Se avisará cuando puedan celebrarse. En cualquier caso, ¡¡¡FELIZ 75 ANIVERSARIO, ASOCIACIÓN DE BELENISTAS DE MADRID!!!
En cualquier caso, esperamos que estos sean los primeros 75 años. A por los siguientes (y que lo veamos)…
Os adjuntamos el documento original fundacional y un vídeo con un pequeño repaso a la historia de la Asociación de Belenistas de Madrid.
Acta Fundacional de la Asociación de Belenistas de Madrid, del 9 de abril de 1945
En este tiempo de cuaresma marcado por la tragedia del coronavirus y las consiguientes obligaciones que decreta el estado de alarma, todos hemos de aceptar nuestras responsabilidades y predicar con el ejemplo, aunque sea difícil. Pero constantemente nos lo están enseñando con su conducta ejemplar los sanitarios que nos curan, las fuerzas de orden que nos protegen y ayudan, tantos trabajadores que nos permiten desarrollar las tareas cotidianas, dentro de los límites establecidos para la seguridad de todos.
Predicar con el ejemplo desde luego es mucho más comprometido que escribir bellas frases cargadas de buenas intenciones. Porque predicar con el ejemplo supone también renunciar al orgullo, al egoísmo, a la intolerancia, a la murmuración, al mal genio, a la envidia, al desprecio, a los halagos, a los círculos cerrados de nuestros intereses, a tener siempre razón, a saber más o hacer las cosas mejor que los otros. Predicar con el ejemplo es, para los cristianos, llevar a la práctica sin titubeos la doctrina que Jesús vivió hasta su sacrificio extremo.
¡Padre celestial, perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos! Una frase sencilla, un difícil compromiso. Como nosotros perdonamos… Hay que tener el corazón repleto del bálsamo de la perfecta sencillez, de la humildad evangélica, para comprender que nuestro compromiso de perdón no es una grandilocuente expresión ceremonial. Perdonar a los que nos ofenden es, en realidad, no levantar la voz más de la cuenta, no imponer nuestro criterio excluyente, reflexionar sobre lo que nos dicen, ayudar sin límites, aceptar la opinión de los demás, ser fieles a la responsabilidad que nos manifiesta nuestro Maestro Jesucristo.
Predicar con el ejemplo es tener la humildad de reconocer todos nuestros fallos, y pedir perdón, y empezar cada día de nuevo con ilusión, con esperanza, con profundo deseo de servicio. Predicar con el ejemplo es la necesidad de poner en práctica constantemente lo que nos enseña esta plegaria: ”Señor, haz de nosotros instrumentos de tu paz. Que donde hay odio pongamos amor. Que donde haya ofensas pongamos perdón. Que donde haya discordia pongamos armonía. Que donde haya error pongamos verdad. Que donde haya duda pongamos fe. Que donde haya desesperación pongamos esperanza. Que donde haya tinieblas pongamos tu luz. Que donde haya tristeza pongamos alegría. Señor, que no busquemos tanto ser consolados, como consolar; ser comprendidos, como comprender; ser amados, como amar. Porque dándose es como se recibe. Es olvidándose de sí como se encuentra uno mismo. Es perdonando como se obtiene el perdón. Es muriendo como se resucita a la vida eterna. Amén.”
Y en estos días de incertidumbre y alarma, de tanto aislamiento e inquietud, sea nuestro compromiso aceptar responsablemente la reclusión y utilizarla como un medio de afianzar nuestras relaciones familiares dentro del hogar, nuestro tiempo de meditación en la soledad, nuestra oración esperanzada, nuestro recuerdo de cariño hacia los familiares y los amigos. Porque el sol sale todos los días y, aunque ahora nos lo oculten las tenebrosas nubes de la pandemia, seguro que, con la ayuda y el esfuerzo de quienes nos dan ejemplo, volveremos a verlo brillar.
Juan Giner Pastor
Catedrático de Historia. Medalla UN-FOE-PRAE 2000. Insignia de Oro FEB 2004. Trofeo FEB 1981. Director de la revista Anunciata 1995-2006. Maestro Mayor Belenista. Premio Nacional de Experiencias Didácticas 1987