Nace en Cuenca, en el seno de una familia en la que la Navidad siempre se vivía de una forma muy especial. Con su madre, la visita al horno para preparar las galletas y los mantecados con los que endulzar esos días. Con su padre, la preparación del belén.
Efectivamente, las salidas con su hermano a las hoces del Júcar y del Huécar a recoger el musgo y los recorridos por la cercana estación del ferrocarril en busca de la escoria con la que realizaba la cueva y algunas montañas, han quedado para siempre en su memoria. Como también queda en su memoria la ilusión con que cada año abría las cajas en que su padre le traía, desde Valencia, las nuevas figuritas de barro con las que iba creciendo su nacimiento y de las que todavía conserva algunas.
Y también las visitas a los grandes nacimientos de su ciudad: el de los Paúles, con sus figuras en movimiento; el de los Oblatos, el del Hospital de Santiago… Y el amor a esa tradición se lo ha transmitido a sus hijos haciendo que ninguna Navidad haya faltado en su casa el tradicional belén.
En el año 1979 se traslada a Alcalá de Henares donde, como todos, se entusiasma con las creaciones del Padre Palero y otros artistas que, en unos años en que lo del belén parecía anticuado, se empeñaron en mantener viva la tradición. Empapado en esta ilusión, pasa año tras año cultivando sus creaciones y realizando cariñosas realizaciones que cada Navidad colmaban su casa de amor y belenismo.
En 1995 se crea la Asociación Complutense de Belenistas, siendo de los primeros en formar parte de este grupo de amantes del belén, como socio nº 26, y se engancha de forma ávida al perfeccionamiento de las técnicas, recreándose en la creación de bellos dioramas que, año tras año, se exponen en las Navidades alcalaínas.
Miguel Ángel conjuga sus realizaciones belenísticas con el desarrollo de una magnífica labor en el seno asociativo, que lo lleva a desempeñar durante los años 1998, 1999 y 2000 el cargo de Secretario General, pasando posteriormente a responsabilizarse de la dirección de nuestra revista Ánfora, labor en la que continúa con notable éxito y que compagina asimismo con los obligados montajes navideños en las distintas exposiciones en las que concurre la Asociación y la creación anual de sus dioramas en los que pone lo mejor de sus técnicas, esmero y cariño.
La labor constante de colaboración con la Asociación y su cotidiana aportación al belenismo, han llevado a la Asamblea General de la Asociación Complutense de Belenistas a solicitar de la Federación Española de Belenistas la concesión del Trofeo FEB del año 2003 para Miguel Ángel Mazario Martínez.
Deja un comentario