Etiqueta: Autoría: Ricardo Blázquez Pérez

Portada de la revista ¡Aleluya! n.º 16 - Asociación Belenista de Valladolid (2021)

Un Niño nos ha nacido, por D. Ricardo Blázquez Pérez

26 Nov 21
Presidencia FEB
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Un Niño nos ha nacido

Artículo publicado en la revista ¡Aleluya! nº 16 (2021) de la Asociación Belenista de Valladolid

Imagotipo de la Asociación Belenista de ValladolidEn nuestro entorno hay señales que anuncian la proximidad de Navidad. Las luces de las ciudades se encienden para llamarnos la atención y disponer los ánimos, para poner el “nacimiento” en las casas, para soñar con los regalos y preparar las comidas de familia. La fiesta de Navidad anticipadamente emite sus señales. Estas señales son irradiación de un foco de luz que no debe pasar inadvertido. ¿Quién ha nacido para que celebremos tantos su nacimiento? Según la Liturgia “un Niño nos ha nacido, un Hijo se nos ha dado”, que es el Hijo de Dios y el salvador de los hombres.

Navidad es particularmente una fiesta de familia y de modo singular de los niños. Preparamos sobre todo los regalos para los niños y también los adultos agradecemos el recuerdo testificado con un obsequio. Pues bien, yo quiero dirigirme con estas líneas especialmente a los niños para felicitarles por sus regalos, para invitarles a pensar en los niños pobres y sin hogar, y para anunciarles que en el pesebre del establo de Belén hay recostado un Niño, que es en persona un regalo de Dios. “Pues hacemos alegrías / cuando nace uno de nos, / ¿qué haremos naciendo Dios?, cantamos con un entrañable villancico. No olvidéis, queridos niños, que Jesús es el Regalo que da sentido a todos los regalos e ilumina las fiestas de Navidad. Os felicito, queridos amigos pequeños, y a vuestros padres.

En el ámbito de Navidad celebramos también la fiesta de la Sagrada Familia, formada por José, María y Jesús y, por ello, ejemplo de las familias cristianas. Deseamos que nuestras familias reciban luz en sus oscuridades, calor en la intemperie y fortaleza en la debilidad que durante la pandemia hemos palpado y todavía debemos vigilar y estar atentos. Pedimos a Dios que la luz encendida en Belén, con el Niño Jesús pobre y frágil, ilumine las tinieblas que nos envuelven. Pido a los papás y abuelos que antes de la cena de Navidad lean el pasaje del evangelio de San Lucas en que se narra el nacimiento de Jesús como luz en medio de la noche y como canto de paz (cf. Lc. 2, 8-20). Porque Navidad es fiesta de Luz, encendemos luces en nuestras ciudades y pueblos; porque es fiesta de alegría, cantamos villancicos niños y adultos, porque es fiesta de paz, nos unimos fraternalmente. El nacimiento de un niño es gozo en la familia; y el nacimiento del Niño Jesús es gozo para todas las familias. Queridos niños, Jesús es vuestro hermanito que viene a vivir con vosotros; acogedlo con el corazón y con un beso de vuestros labios. Las fiestas de Navidad son una preciosa oportunidad para que los padres y abuelos inicien a los niños y nietos en la relación con el Niño Jesús y con su madre la Virgen María. ¡Que los signos familiares y sociales de Navidad sean comprendidos como derivación del nacimiento de Jesús que es su origen!

Jesús, nacido en Belén, es muestra viviente del amor de Dios Padre; es el fruto bendito de la Virgen María. Cuando se agosta o congela el amor, Navidad es fuente de frescura y calidez, de gozo y alegría, de perdón y de reconciliación, de paz y de esperanza. Navidad es una fuente de donde brota el amor que renueva nuestro corazón. “Noche de Dios, noche de paz; / claro sol brilla ya”. “Nos ha nacido un niño; un hijo se nos dio; / hoy brilla la esperanza de nuestra salvación”.

Queridos niños, queridas familias, os deseo una Navidad feliz, llena de concordia y de alegría.

Valladolid, Navidad de 2021

+ Cardenal Ricardo Blázquez Pérez
Arzobispo Metropolitano de Valladolid

Portada de la revista ¡Aleluya! n.º 15 - Asociación Belenista de Valladolid (2020)

La cuna de Jesús fue un pesebre, por D. Ricardo Blázquez Pérez

27 Nov 20
Presidencia FEB
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La cuna de Jesús fue un pesebre

Artículo publicado en la revista ¡Aleluya! nº 15 (2020) de la Asociación Belenista de Valladolid

Imagotipo de la Asociación Belenista de ValladolidTodo nacimiento de un niño es alumbramiento; la madre lo da a luz. El niño abre los ojos a la luz del día y los papás quedan deslumbrados por el hijo que les ha nacido. Navidad es la celebración del nacimiento de un Niño único, el Salvador del mundo.

El nacimiento y la muerte de Jesús son ante celebrados en la Liturgia; por su parte, la piedad ha ampliado su irradiación en los «nacimientos» o «belenes», y en las procesiones de la Semana Santa, El nacimiento de Jesús fue narrado por el Evangelio en los siguientes términos: «María dio a luz a su hijo, lo envolvió en pañales y lo recostó en un pesebre, porque no había sitio para ellos en la posada» (Lc 2, 7). Los nacimientos que podemos visitar en el tiempo de Navidad orientan nuestra mirada al establo donde está acostado Jesús, atendido por María y protegido por José.

Dos circunstancias del nacimiento de Jesús quiero hoy subrayar: Jesús nació como un niño de una familia pobre, no tuvo donde reclinar la cabeza (cf. Lc 9, 52) y murió despojado en la cruz. Siendo rico como Hijo de Dios eligió ser pobre por nosotros (cf.2 Cor 8, 9). Y sobre la otra circunstancia nos dice el Evangelio que fue perseguido por Herodes apenas nacido, que fue rechazado y que fue condenado a muerte como un malhechor. En el horizonte lejano del Niño Jesús se vislumbra la cruz (cf. Lc 2, 34-35). El Evangelio, en medio del encanto de un niño recién nacido, cuyo lenguaje es la sonrisa y el llanto, nos muestra a Jesús pobre y entregado a la muerte. Desde el comienzo de su vida nos enseña el Evangelio como fue la misión de Jesús, nuestro Salvador.

Yo deseo que cuantos adoramos al Niño en Navidad, aprendamos la doble lección que nos da: sobriedad ante el dinero y ayuda a los que padecen hambre, soledad y desamparo de cara al futuro. Recordando la huida a Egipto de José y María para salvar al Niño amenazado, acojamos a los que vienen hasta nosotros pidiendo trabajo y protección (cf. Mt 2, 13-18).

Agradezco a los “belenistas» que con su arte y piedad nos prestan un precioso servicio en la celebración de Navidad. También este año de pandemia podemos felicitarnos porque ha nacido el Salvador.

+ Monseñor Ricardo Blázquez Pérez
Cardenal Arzobispo de Valladolid

Portada de la revista ¡Aleluya! n.º 10 - Asociación Belenista de Valladolid (2015)

¡Aleluya!, por D. Ricardo Blázquez Pérez

27 Nov 15
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¡Aleluya!

Artículo publicado en la revista ¡Aleluya! nº 10 (2015) de la Asociación Belenista de Valladolid

Imagotipo de la Asociación Belenista de ValladolidAleluya es el título de esta publicación anual que anuncia la llegada de la Navidad e invita a preparar en nuestras casas y parroquias “el belén, nacimiento o pesebre”.

Alguien podría decir que Aleluya es un grito propio de la pascua florida, que canta la Resurrección del Señor. Quizá olvida que la Natividad es también “pascua” y que todos los misterios cristianos son celebrados a luz del Cristo glorioso y resucitado.

La pascua navideña se sitúa este año dentro del Año jubilar de la misericordia. Es un momento central del año, pues, en este tiempo litúrgico celebramos que «por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visita el sol que nace de lo alto” y, un año más, acogemos “la misericordia que llega a sus fieles de generación en generación”.

El “belén”, que desde estas páginas invito a preparar en nuestras casas y comunidades, nos convoca a contemplar el acontecimiento por el que la misericordia entra en la historia en una familia. Así, nuestras familias son invitadas a practicar el amor misericordioso y a ofrecerlo a los demás con la práctica de las obras de misericordia.

Feliz pascua de la Natividad del Señor a todos. ¡Aleluya!

+ Ricardo Blázquez Pérez
Cardenal Arzobispo de Valladolid
y Presidente de la Conferencia Episcopal Española