Fernando García Calvente nace en Sabiote, entrañable pueblecito andaluz, a los pies de esa joya de historia y cultura que se llama Úbeda, y entre Úbeda, Torreperogil y Sabiote pasa su primera infancia, creciendo empapado de las tradicionales costumbres de las tierras ubicadas en el corazón de Andalucía. La casa cultural de Sabiote y la pequeña parroquia a donde regularmente acompañaba a su madre a la asistencia de los cultos religiosos, le muestran, durante sus infantiles Navidades, las primeras muestras del arte belenista andaluz, soñando ante cada belén con el que él también llegará un día a formar.
La eclosión industrial lleva a la familia a trasladarse a Alcalá de Henares; a la temprana edad de 7 años y en la tierra Patrimonio de la Humanidad, asiste cada Navidad a las grandes realizaciones de la época que se exponían en iglesias y conventos, extasiándose como casi todos, con las maravillosas realizaciones del Padre Palero.
Su preparación profesional le decanta por la rama mecánica, actividad que lo predispone para desarrollar una enorme capacidad de asimilación de cualquier tipo de técnica, con las que inicia sus pasos en el mundillo belenista, realizando en su hogar alcalaíno toda clase de montajes que causaban admiración entre los hogareños del barrio.
Prácticamente desde los comienzos se adhiere a la asociación, donde en los cursillos de iniciación inmediatamente destaca por su capacidad, sencillez y la belleza de sus realizaciones. Su capacidad de trabajo le lleva a formar parte de la Junta Directiva, donde ocupa el cargo de vocal, habiéndose destacado no sólo en la dirección de cursillos prácticos a los principiantes, sino en la realización de excelentes dioramas y belenes, que han formado parte esencial de las exposiciones artísticas que cada año visten la Navidad alcalaína.
Su amor por el belén, ha calado asimismo en la familia, cuyos miembros más jóvenes (hijas), presentan a cada concurso infantil bellísimas realizaciones que marcan un género de futuras belenistas.
El continuo y arduo trabajo en pro de la asociación, su ilusión por el belenismo, su colaboración constante y el arte demostrado en cada obra que sale de sus manos, han llevado a la Asamblea General de la asociación, a solicitar de la Federación Española de Belenistas, la concesión del Trofeo Federación 2002 para Fernando García Calvente.
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