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La Epifanía según Rubens – D. Juan Giner Pastor

06 Ene 20
Presidencia FEB
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Adoración de los Magos (1626-1629) – Peter Paul Rubens
© Musée du Louvre

LA EPIFANÍA SEGÚN RUBENS

El tema bíblico de la Epifanía, la Adoración de los Magos, fue varias veces pintado por Pedro Pablo Rubens, al igual que hicieron antes otros pintores famosos, porque es uno de los preferidos por la iglesia católica para ornamentar sus templos.

Personalmente puedo decir que, como belenista, también es mi tema preferido y, siendo presidente de la Asociación de Belenistas de Alicante, logré dar a la revista de la asociación esta denominación de “EPIFANÍA”, es decir, manifestación. En el misterio de la Epifanía, Dios se manifiesta a toda la humanidad representada por esos magos de Oriente de los que solo Mateo habla en su Evangelio. Y ante el Gran Poder de Dios, encarnado en un débil niño, se postran esos misteriosos personajes orientales, de los que no sabemos ningún dato concreto, aunque la tradición los interpreta como tres dignatarios, seguramente para que plasmen así las tres edades humanas: juventud, madurez y vejez. Edades que se corresponderían con los nombres que la costumbre les ha asignado: Melchor, la vejez, Gaspar, la madurez, y Baltasar, la juventud.

Como genial representante de la pintura barroca flamenca, para Rubens el tema de la Epifanía, en el que la narración bíblica posibilitaba la libre interpretación creativa, se avenía perfectamente a su estilo, que se caracteriza por los contrastes de color, de gran riqueza cromática y los juegos de luces y sombras. Sus composiciones están llenas de dinamismo, exuberancia y sensibilidad emocional. Y el exótico origen de los magos de Oriente podía interpretarlo con ricas y sobrecargadas composiciones, en las que las lujosas vestimentas, los valiosos presentes, los fastuosos cortejos, rebosan lienzos espectaculares, como La Adoración de los Magos del Museo del Prado, uno de los de mayores dimensiones del museo, que se caracteriza por su movimiento, fastuosidad y magnífico colorido en el que destacan los amarillos, rojos y violetas. Iconográficamente representa el momento en el que los tres magos, acompañados por un gran boato, presentan sus regalos al niño Jesús, que, en brazos de su madre, juguetea con las monedas de oro que le presenta Gaspar, arrodillado ante él. La escena tiene lugar de noche, sin embargo la luminosidad es clara, siendo el niño Jesús quien irradia la luz que incide en la multitud de personajes, estudiado cada uno de manera individual y en su conjunto, mostrando diferentes posturas y planos. Para Rubens, como para gran parte de los pintores occidentales, los magos eran Reyes, así visten magníficos atavíos regios, bordados en oro y forrados de pieles y se adornan con joyas preciosas, y van acompañados de un séquito real de pajes, soldados y esclavos, que muestran el lujo de esta comitiva.

Adoración de los Magos (1608, ampliación 1628-1629) – Peter Paul Rubens
© Museo del Prado

Detalles Adoración de los Magos (1608, ampliación 1628-1629) – Peter Paul Rubens
© Museo del Prado

Adoración de los Magos (1624) – Peter Paul Rubens
© Museo Real de Bellas Artes de Amberes – Koninklijk Museum voor Schone Kunsten Antwerpen

La obra fue un encargo de la ciudad de Amberes en torno a 1608 para decorar el Salón de los Estados del Ayuntamiento, que acogería la firma de un tratado de paz entre España y las Provincias Unidas conocido como la Tregua de los Doce Años. Y veinte años después fue ampliada por el propio artista, que incorporó nuevos figurantes, y en cuya parte derecha superior Rubens introdujo su autorretrato en el hombre con espada y cadena de oro que cabalga sobre un caballo blanco. También retocó algunas de las partes ya pintadas, con una técnica mucho más suelta.

En 1624 Rubens volvió a pintar un gran cuadro sobre el tema de la Adoración de los Magos, conservado en el Museo Real de Bellas Artes de Amberes, mostrando una fuerte atracción por lo oriental y el exotismo, plasmada con una policromía impregnada por colores fuertes y cálidos, como el rojo y el reflejo dorado de las armaduras y armas.

Diversos pajes rodean a los Reyes Magos; a la derecha, junto a una columna corintia hay dos soldados romanos, como símbolo del mundo antiguo que cede paso al nuevo mundo cristiano. De acuerdo con la tradición iconográfica del tema, están también representadas en los pajes las diferentes razas de la humanidad que se conocían en los orígenes del cristianismo: Europa, África y Asia. Los Reyes Magos representaban a las naciones de la tierra reconociendo a Cristo como rey universal. El cuadro está organizado con una visión de la perspectiva en profundidad. Todas estas características hacen del cuadro una obra profundamente barroca, muy propia del artista.

Otras pinturas de Rubens con el tema de la Epifanía se encuentran en el Museo de Bellas Artes de Lyon, el Museo de Bellas Artes de Bruselas, en el Museo del Louvre, en París, y el Hermitage de San Petersburgo.

Adoración de los Magos (1617-1618) – Peter Paul Rubens
© Musée des Beaux-Arts de Lyon

Adoración de los Magos (1619) – Peter Paul Rubens
© Royal Museums of Fine Arts of Belgium

En todas ellas se manifiesta la suntuosidad colorista que Rubens había aprendido en Venecia de Tiziano y los otros grandes maestros de la escuela veneciana, además de la magnificencia ya aludida mostrada en ropajes y séquitos. El niño Jesús, que dirige su atención hacia los Magos, siempre es el foco luminoso que se esparce por las composiciones, en las que nunca se ven paisajes exteriores.

Adoración de los Magos (1620) – Peter Paul Rubens
© The State Hermitage Museum

Y en todas ellas quedan evidenciadas las características del estilo del gran maestro de la pintura flamenca del siglo XVII que fue Pedro Pablo Rubens: exuberante exaltación de la energía, el color y la sensualidad, con influencias procedentes del arte de la Antigua Grecia, de la Antigua Roma, de Miguel Ángel, del que admiraba su representación de la anatomía, y sobre todo de Tiziano, al que siempre consideró su maestro y del que afirmó “con él, la pintura ha encontrado su esencia”.

Rubens, que además ejerció de diplomático, tuvo una triunfal carrera pictórica, de la que son buen ejemplo la incontable cantidad de obras con las más diversas temáticas que realizó personalmente y con la colaboración de su taller para numerosos países y personalidades, siendo ciertamente uno de los artistas que mejor representa las características de toda la pintura barroca.

Juan Giner Pastor

Catedrático de Historia. Medalla UN-FOE-PRAE 2000. Insignia de Oro FEB 2004. Trofeo FEB 1981. Director de la revista Anunciata 1995-2006. Maestro Mayor Belenista. Premio Nacional de Experiencias Didácticas 1987

1 Comentario

  1. Claudio Rubio mayo 11, 2020 at 4:53 pm Reply

    Buenas tardes, por favor hagan seguir a D. Juan Giner mi agradecimiento por esta página de Rubens y la Epifanía.
    Asimismo, por su dedicación a la presidencia de algo tan entrañable como es la FEB.
    Sin que lo tomen como crítica ni vanidad, comentarles que la RAE muestra mensaje, con jota, y, aunque sin duda lo conocerá, recordarle el tríptico de la Epifanía de Rubens en la opulenta iglesia de San Juan, Malinas, Bélgica
    Con mis mejores deseos, cordialmente
    Claudio Rubio

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