Convento de la Purísima Concepción
de Clarisas Capuchinas
Trofeo FEB 2008
Con la llegada de las fundadoras del Convento de la Purísima Concepción, de clarisas capuchinas, asentado en la ciudad de Palma de Mallorca en el año 1662, llegó a la isla la tradición del belén. Las monjas capuchinas de Palma han demostrado siempre una particular devoción y pasión por el nacimiento de Jesús y la plástica del belén.
El tesoro pesebrista del convento se ha convertido con el paso de los siglos en un patrimonio singular, formado por una importante colección de belenes de vitrina, varios misterios: uno de grandes dimensiones que anualmente se instala por Navidad en la Iglesia, otro denominado «de las Fundadoras» conservado en la clausura del convento, y otros menores existentes en otras dependencias interiores. Sin embargo, la gran obra belenista de estas religiosas se manifiesta con la construcción en el siglo XVIII (según las crónicas de la casa, fue iniciado en 1710 y terminado en 1712) de un belén monumental fijo, ubicado en la Sala de Labor del Convento, y separado de la misma por un gran arco que se cierra durante la mayor parte del año por unas grandes puertas de tela pintada, que representan dos escenas de tema natalicio: Navidad y la huida a Egipto. Sin duda alguna es este gran belén el que se podría llamar «oficial de la Casa», polarizando la devoción natalicia de las religiosas, hijas del devoto del Nacimiento: San Francisco de Asís. El 24 de abril de 2003, el Consell Insular de Mallorca lo declaró Bien de Interés Cultural. Es un belén único en la isla y orgullo de todos los mallorquines.
Los belenes de vitrina constituyen un exponente claro de la devoción navideña de la Comunidad, exponente único, dado que estos belenes están construidos en el interior de escaparates o vitrinas, cronológicamente posteriores a la construcción del belén monumental, pero de gran similitud en cuanto a técnica de montaje, materiales, estilo y composición.
Actualmente, aunque en muy limitada cantidad, las religiosas del convento siguen montando a base de papel, tela encolada y conchas, pequeños belenes para obsequiar a sus amistades y benefactores.
El Convento de las Clarisas Capuchinas de Palma merece un especial reconocimiento, así como la Comisión creada en 1995 por Dª. Aina Pascual y D. Jaime Llabrés, comisarios y coordinadores de un proyecto nacido con el objetivo de estudiar, restaurar y dar a conocer al público un patrimonio desconocido, custodiado durante siglos, en el convento.
En 1996 se abrió por primera vez al público la colección de belenes de las capuchinas. Actualmente la apertura anual del belén monumental, así como de las exposiciones que, en torno al mismo, se realizan en Navidad, en el convento, ya se han convertido en visita obligada para muchos ciudadanos de la isla, y visitantes del extranjero.
Como reconocimiento a su labor, la Junta Directiva de la Associació de Betlemistes Francisco Rosselló de Balears propone que la Federación Española de Belenistas les conceda el Trofeo Federación 2008.