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XLII Congreso Nacional Belenista – Ponencia – Imágenes escultóricas del Niño Jesús, por D.ª Ana García Sanz

07 May 04
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XLII Congreso Nacional Belenista
Ponencia
Imágenes escultóricas del Niño Jesús
por D.ª Ana García Sanz

En el Nacimiento o Belén, representación tridimensional de la Natividad de Jesucristo, los diferentes elementos de la composición, paisaje, personajes, edificios, convergen en la figura del Niño Jesús, protagonista del acontecimiento. El arte de la escultura, a partir de las primitivas representaciones de esta escena, ha generado una gran diversidad de imágenes infantiles de Jesucristo que constituyen un interesante grupo iconográfico dentro de la historia del arte, a la vez que reflejan el sentir religioso de cada momento.

Siguiendo el relato del evangelista Lucas surgieron en el arte medieval las primeras representaciones de Jesús Niño, fajado y acostado en el pesebre, formando parte de la escena de la Natividad, o bien sentado en el regazo de su madre, en las representaciones de la Epifanía. Posteriormente, el Renacimiento aportó otro tipo de imágenes del Niño, en las que destaca el trabajo escultórico de la anatomía. Esta línea perduró durante el Barroco, movimiento artístico que aunque mantuvo el cuidado por la anatomía, confirió mayor protagonismo a la indumentaria. El siglo XIX supuso un regreso a iconografías clásicas que convivieron con propuestas más modernas; desde los niños fajados del Medioevo, que abandonan las escenas y se convierten en obras aisladas, hasta las más variadas imágenes, entre las que dominan las del Niño acostado en el pesebre vinculadas al ciclo de Navidad.

Ya desde los primeros momentos de la cristiandad, la imagen del Niño Jesús caló pronto en los fieles que rápidamente propagaron su devoción, surgiendo diversas advocaciones. Su adoración rebasó la frontera de las celebraciones navideñas y se extendió a todos los tiempos litúrgicos, sin embargo es difícil fijar el momento en que comienza a ser objeto individual de devoción. Una de las advocaciones más temprana es la del Niño de la iglesia franciscana de Santa María de Aracoeli en Roma, que se remonta al siglo VII.

Con el tiempo el recién nacido dejó paso a un niño de mayor edad que, consciente de su destino, asume diferentes facetas de su condición divina. Como Cristo, el Niño detenta su condición de Rey del Universo. A esta iconografía pertenecen las imágenes en las que aparece de pie, con la apariencia de un niño de dos o tres años, en ocasiones incluso algo mayor, en las que se muestra con la mano derecha, suavemente alzada, haciendo ademán de bendecir mientras que en la mano izquierda suele sostener el orbe, a menudo rematado por una cruz.

Dentro de esta estética se estableció en el siglo XV, una tipología que se repite y extiende por toda Europa. Son los llamados Niños de Malinas, realizados en madera tallada, con la parte posterior plana y con una policromía característica en la que destaca el color dorado de los cabellos. En este mismo grupo iconográfico se encuentran también las imágenes vestideras en las que la talla del cuerpo se realiza para servir de soporte a los vestidos con los que se cubre la figura.

La existencia de Niños bendiciendo era frecuente tanto en los monasterios como en los oratorios privados de los nobles y de los reyes. En muchos casos recibían nombres dependiendo de su papel, así es común que un niño de estas características sea el esposo (aquel con el que se desposan las religiosas en el momento de la profesión y les entrega el anillo), el maestro (el que preside las estancias del noviciado y a me- nudo porta el libro de la regla), etc.

De esta iconografía se derivan los niños reyes, vestidos y coronados como tales. Sin duda uno de los de mayor renombre es el Niño Jesús de Praga, imagen regalada por una dama de la nobleza, Polissena de Lobkowicz, al convento de carmelitas descalzas de Praga en 1628. Una variante de esta iconografía son los Niños emperadores, sentados en tronos, coronados y vestidos con ricos trajes.

La representación de aspectos de la vida adulta de Cristo en la imagen infantil generó también los Niños de Pasión, iconografía que se desarrolló principalmente en el siglo XVII y perduró hasta el siglo XIX. Su génesis está relacionada con las visiones de algunas religiosas, como la venerable Margarita del Santo Sacramento, y los escritos de ellas derivados. Acorde a esta temática se encuentran los Niños pasionales que aparecen de pie, en actitud de caminar, en cuyo rostro se trasluce el sufrimiento, a menudo con lágrimas y con los ojos mirando hacia el cielo, al tiempo que portan la cruz y otros símbolos del martirio.

Dentro de este primer apartado se encuentran los niños nazarenos cuya iconografía sigue la de los Cristos procesionales de la Semana Santa; al igual que éstos visten túnica morada, portan la cruz y una corona de espinas ciñe su frente. Otra variante son los espinarios o Niños de la espina que aparecen sentados y pensativos, al tiempo que extraen una espina clavada en uno de los dedos de su mano.

Formando un grupo aparte dentro de los Niños pasionales se encuentran los Niños dormidos. Esta iconografía muestra al Niño desnudo o semidesnudo, echado sobre una cruz y apoyado en una calavera sin que en su rostro asomen signos de sacrificio. Esta imagen representa el triunfo sobre la muerte, el poder redentor del sufrimiento y la tranquilidad que genera esta victoria. Este modelo iconográfico se desarrolló principalmente durante los siglos XVI y XVII.

Dentro del apartado de niños dormidos están los Niños infantes que muestran al niño sentado en un sillón frailero y vestido con el «vaquero», indumentaria habitual en el ambiente cortesano, conjugando el papel del Niño como soberano y como protagonista de la Pasión.

Hay otras imágenes menos frecuentes que también plasman esta visión del Niño en meditación y que son herederas de las representaciones clásicas de los amorcillos en las que el Niño aparece desnudo y pensativo junto a algún elemento que recuerda la existencia del pecado y el trance de la muerte, a modo de memento mori.

Completando el ciclo de la Pasión se encuentran los Niños resucitados. La figura infantil asume los símbolos y actitudes de Cristo saliendo triunfante del sepulcro: desnudo, con capa roja, banderola, cabello largo y las señales en su cuerpo del martirio: las llagas en las manos y pies y la lanzada en el costado.

Otras facetas del Cristo adulto que se representan en la figura del Niño son la del Buen Pastor que cuida sus ovejas o la imagen, más moderna, del Sagrado Corazón.

Por último, mencionar que la rica iconografía del Niño Jesús incluye también representaciones en las que asume otras personalidades. Son los Niños que se convierten en sacerdotes, peregrinos, cardenales, incluso adoptan la personalidad de ciertos santos como San Isidro.

Ana García Sanz (*)
Conservadora del Monasterio de las Descalzas Reales. Patrimonio Nacional


Ana García Sanz, conservadora del Monasterio de las Descalzas Reales (Patrimonio Nacional)

Ana García Sanz, Conservadora del
Monasterio de las Descalzas Reales
(Patrimonio Nacional)

(*) Ana García Sanz es Licenciada en Historia del Arte por la Universidad Complutense de Madrid, especializada en el Arte religioso de los siglos XVI y XVII y en el Arte de la Corte. Trabaja en el Departamento de Conservación de Patrimonio Nacional desde 1987 donde, además de ser conservadora del Monasterio de las Descalzas Reales de Madrid, se ocupa del estudio y catalogación de obras de arte y del diseño y montaje de exposiciones. También redacta y publica, en revistas especializadas, artículos y textos que divulga impartiendo conferencias y participando en cursos y congresos. Forma parte de distintos proyectos de investigación. Es coautora del libro Iconografía de Santa Clara en el Monasterio de las Descalzas Reales (1993, ISBN-13: 9788488458230), y ha colaborado en numerosas obras colectivas y. El próximo mes de septiembre coordinará e impartirá el curso «Las Descalzas Reales: Corte y clausura en el Madrid de los Austrias».

Cartel del XLII Congreso Nacional Belenista, organizado por la Asociación Belenista de Villarrobledo y celebrado ente el 6 y el 9 de mayo de 2004

Imagen Destacada - Recorte Cartel del XXXIX Congreso Nacional Belenista, organizado por la Asociación de Belenistas de La Rioja y celebrado ente el 21 y el 24 de junio de 2001

XXXIX Congreso Nacional Belenista (2001) – Ponencia – Bet-lehm, ¿una ingenuidad?, por Carmelo Martínez Martínez

24 Jun 01
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XXXIX Congreso Nacional Belenista (2001)
Ponencia
Bet-lehm, ¿una ingenuidad?
por Carmelo Martínez Martínez

Cartel del XXXIX Congreso Nacional Belenista, organizado por la Asociación de Belenistas de La Rioja y celebrado ente el 21 y el 24 de junio de 2001Puede resultar provocativo el título. ¿De qué ingenuidad se trata? ¿A quién se trata de ingenuo? Será una buena oportunidad de ofrecer la respuesta a los miembros del Congreso de Belenistas, que se celebra en Logroño en junio de este año 2001.

Vayan estos apuntes como anticipo del tema. Se puede hablar de varias ingenuidades. Una, la del candor que suscita la contemplación de los belenes. Verdadera y hermosa ingenuidad provocada por la variopinta multiplicidad de formas y estilos que la devoción, la creatividad y el arte nos han proporcionado a través de los siglos.

Cualquier libro ilustrado sobre belenes nos fascina con la presentación de los personajes del belén (el Niño, María, José, pastores, Magos…) y con la imaginería en la confección de los pesebres, de la cueva y del entorno del portal. Ingenuidad candorosa que todos admitimos. Belenes provenzales, napolitanos, americanos, españoles, etc., plasman las culturas respectivas en vestimentas, establos o casas, a veces espectaculares por su riqueza y colorido.

Una segunda ingenuidad puede ser la fecha de la celebración del nacimiento de Jesús de Nazaret. Se estableció hace siglos para el 25 de diciembre. Ya es suficientemente conocida la razón de esta datación. La inculturación del cristianismo en Roma, que celebraba su gran fiesta del Sol invicto el 25 de diciembre, encontró el símbolo perfecto para fijar la fecha del nacimiento del Sol de la Humanidad, Jesucristo, “Luz del mundo”. La celebración de Mitra, “dios del Sol”, quedaría suplantada por el nacimiento de Jesús de Nazaret. Un mito (dios “Mitra”) por una realidad histórica (Cristo).

Pero últimos análisis de los Evangelios de Mateo y Lucas, y que se están haciendo públicos, provocan inquietud y preguntas. ¿Estamos padeciendo una tercera ingenuidad respecto al lugar del nacimiento de Cristo y otros acontecimientos que rodean su nacimiento?

A quienes hemos visitado Tierra Santa nos ha gustado contemplar y venerar los lugares en los que vivió Jesús, aunque algunos de ellos muy transformados.

Respecto al lugar de su nacimiento, y desnudando con nuestra imaginación suelos, techos y paredes, retirando estrellas, plata y mármoles, nos hemos arrodillado en la cueva-cripta de la Basílica de la Natividad, intentando recrear el lugar exacto. Hemos lamentado con San Jerónimo el haber “retirado el pesebre de arcilla para sustituirlo por otro de plata”. También hemos caminado hasta los campos de Booz, lugar de la aparición de los ángeles a los pastores.

Y aquí surgen las preguntas: ¿es todo una ingenuidad? ¿Son literalmente exactos los evangelistas al hablarnos del lugar del nacimiento de Jesús? ¿Hay otras explicaciones e interpretaciones que, respetando el mensaje religioso del Evangelio, difieren de lo que hasta ahora hemos afirmado como exactitud histórica? El nacimiento de Jesús en la ciudad de Belén, los magos de Oriente, la huida a Egipto, ¿responden a hechos históricos o a símbolos con sus mensajes religiosos? De todo esto hablaremos.

Para tranquilidad de los belenistas, y de cuantos admiramos la belleza de vuestro arte plasmado en las mil formas de belenes, el camino emprendido por Francisco de Asís, y mantenido en vuestra hermosa tradición, hoy espléndidamente recuperada y potenciada, ofrece plásticamente las claves y el mensaje del Evangelio, porque nos da la verdad de que un Hombre, hace dos mil años, nació en nuestra Tierra, y a él confesamos como Hijo de Dios, el Mesías, el Salvador. El nos trae la alegría y la paz. Y vosotros, belenistas, sois los actuales ángeles-mensajeros que ofrecéis la Buena Noticia. Y todos quedamos fascinados.

Hay una ingenuidad que no hace estúpidos, sino que engendra sencillos creyentes. Hay que acercarse sin doblez, con candor, a vuestras creaciones del belén.

Hubiéramos querido las imágenes de cámaras, vídeos, TV, ofreciéndonos la historia exacta de los acontecimientos. Nada de eso hace falta para la fe. Vuestros magníficos belenes ofrecen las pistas para elevarnos a la contemplación del Misterio.

Carmelo Martínez Martínez
Sacerdote y psicólogo


Carmelo Martínez Martínez, sacerdote y psicólogo, nació en Logroño. Estudió en los seminarios de Logroño y Córdoba y en las Universidades de Comillas y Barcelona. En su parroquia se coloca cada año uno de los belenes más artísticos de Logroño.

Imagen Destacada - Recorte Cartel del XXXIX Congreso Nacional Belenista, organizado por la Asociación de Belenistas de La Rioja y celebrado ente el 21 y el 24 de junio de 2001

XXXIX Congreso Nacional Belenista (2001) – Ponencia – Arte y tradición en torno al nacimiento, por María Teresa Sánchez Trujillano

22 Jun 01
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XXXIX Congreso Nacional Belenista (2001)
Ponencia
Arte y tradición en torno al nacimiento
por María Teresa Sánchez Trujillano

Cartel del XXXIX Congreso Nacional Belenista, organizado por la Asociación de Belenistas de La Rioja y celebrado ente el 21 y el 24 de junio de 2001Toda la historia del belenismo atribuye el origen de esta costumbre a San Francisco cuando en 1223 ofició la Misa del Gallo en un establo de Greccio.

Sin embargo, la Edad Media, tan rica en manifestaciones artísticas religiosas, apenas nos ha dejado pequeñas obras de imaginería, y estas relacionadas con materiales preciosos o raros y con regalos reales. Las celebraciones populares de la Navidad se movían más en el ámbito de las representaciones teatrales y la música que por ser cantada por la gente de los pueblos -los villanos- recibieron el diminutivo nombre de “villancicos”.

Hemos de esperar a la imaginería barroca, que ya se había revelado en grupos con evidente sentido dramático y escénico en los pasos de Semana Santa, para encontrar las primeras obras relacionadas con la Navidad, ejecutadas en pequeño formato para ser colocadas en un ambiente doméstico. La creadora de estas piezas es la escultora sevillana Luisa Roldán, “La Roldana”, autora de numerosos grupos de la Natividad en barro cocido y policromado llenos de ternura y gracia, detalles anecdóticos y lo que va a ser una constante del belenismo: la dualidad de indumentaria con ropas históricas para los personajes bíblicos y contemporánea para los pastores.

Sin embargo, el gran empuje al belenismo se produce un siglo después cuando Salzillo llega a Murcia e introduce la costumbre italiana de recrear un gran escenario con todos los episodios de la Navidad. Del primero que hizo para el Marqués de Riquelme se deriva el también monumental de Carlos IV.

Con ellos ya se había creado la costumbre de elaborar pequeñas figuras que formarán un gran conjunto escénico, y a ella se incorpora en Cataluña Ramón Amadeu, que inicia una actividad imaginera activa hasta nuestros días.

La naciente burguesía del siglo XIX empezó a imitar estos gustos aristocráticos y el abaratamiento de la producción artística y la generalización de la costumbre en todas las capas sociales terminaron por confluir en la manifestación que hoy todos conocemos.

María Teresa Sánchez Trujillano
Directora del Museo de La Rioja


María Teresa Sánchez Trujillano nació en Madrid en 1951. Se licenció en Arte por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Complutense de Madrid en 1973. Forma parte del Cuerpo Facultativo de Conservadores de Museos y, en 1979, se incorporó al Museo de Logroño hoy denominado de La Rioja del que es su directora.

Su meritoria y elogiada labor en la dirección del Museo, ha supuesto una profunda reorganización del mismo en todas las áreas: en la de investigación creando una biblioteca especializada, inventariando y catalogando los fondos, actualizando los archivos fotográficos; en la de conservación y restauración y en la de difusión montando exposiciones temporales con los fondos existentes.

Ha participado en la elaboración del Inventario Artístico de la Diócesis de Ávila y ha editado un elevado número de publicaciones.

I Asamblea Nacional Belenista – Ponencia – Breve historia de la fundación de la Federación Española de Belenistas

30 Jun 63
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I Asamblea Nacional Belenista
Ponencia:
Breve historia de la fundación de la
Federación Española de Belenistas,
por la Asociación de Belenistas de Madrid

Imagen Destacada - Ponencia CongresoTexto leído en la jornada final de la I Asamblea Nacional Belenista, a modo de conclusión de la vivencias de los asistentes

Estamos de enhorabuena. Tras numerosas gestiones y desvelos, la Federación Española de Belenistas ya es una realidad. Varios años de encuentros en eventos religiosos, intercambio de correspondencia y alguna que otra conferencia telefónica han dado lugar a estos días de Asamblea de los belenistas de España. Y es momento de contar brevemente los pasos dados.

En la Asociación de Belenistas de Madrid, desde nuestra fundación en abril de 1945, nos marcamos el objetivo de iniciar y mantener relaciones institucionales con otras asociaciones para, con el esfuerzo de todos, poner las bases para fomentar y hacer crecer el belenismo por toda la geografía española y en el extranjero, primordialmente en los países de habla hispana. Ello podría dar lugar a crear una federación nacional e incluso otra hispanoamericana.

Como quiera que años de gestiones parecían dar sus frutos, redactamos un proyecto de reglamento de funcionamiento de una hipotética Federación Nacional que fue aprobado en la reunión de la Junta Directiva de la asociación mantenida el 9 de febrero de 1960, y que fue enviado a las ocho asociaciones con las que manteníamos contactos para que hicieran las aportaciones, objeciones y correcciones oportunas en el menor tiempo posible: Alicante, Barcelona, Bilbao, Lugo, Pamplona, Pontevedra, San Sebastián y Valencia.

El proyecto fue tratado y afinado epistolarmente entre seis de las ocho asociaciones durante dos años, hasta que el 9 de noviembre de 1962 mantuvimos una reunión la Junta Directiva de la Asociación de Belenistas de Madrid con José María Garrut Roma, secretario de la federación internacional (Universalis Foederatio Praesepistica) y directivo de la Asociación de Pesebristas de Barcelona, para anunciarle los pasos finales para su legalización, y el nombre decidido para la nueva federación tras las deliberaciones mantenidas: Federación Española de Belenistas.

Así, finalmente, y tras varios dimes y diretes, con la última confirmación recibida, el pasado 11 de marzo de 1963 se lograron las cinco adhesiones de asociaciones necesarias para el proyecto, las de Lugo, Madrid, Pamplona, Valladolid y Zafra.

Tras la reunión del pasado 6 de abril de 1943, en las que representantes de las cinco asociaciones citadas firmamos toda la documentación necesaria, ésta se pudo presentar al Jefe Superior de Policía de la Dirección General de Seguridad para pedir la autorización legal correspondiente para constituir la Federación Española de Belenistas, que va a tener como sede la calle Tambre n.º 1 de Madrid.

Unos días más tarde, el lunes 29 de abril de 1963, el Director General de Política Interior del Ministerio de la Gobernación nos hizo llegar el oficio de contestación comunicando que entendían como lícitos los fines perseguidos por los belenistas y que, al no existir ánimo de lucro y adecuarse el Reglamento a la legislación vigente, éste quedaba aprobado con fecha de 7 de mayo de 1963.

Tras contactar y concretar las cinco asociaciones fundadores las fechas de esta reunión final que ahora clausuramos, José Galán de Francisco solicitó el pasado martes 25 de junio de 1963 el necesario permiso al Jefe Superior de Policía para la celebración de esta I Asamblea de la Federación Española Belenista que hoy clausuramos.

Y así, llegamos a ayer sábado 29 de julio de 1963 en que se constituyó oficialmente la federación nacional de asociaciones belenistas, denominada Federación Española de Belenistas, fecha en que culminaron felizmente las gestiones iniciadas para agrupar en un organismo nacional a las distintas asociaciones existentes en España, con objeto de encauzar debidamente las distintas actividades de cada una de ellas sin menoscabo de su propia independencia. Y aquí, en Madrid, en el Museo Nacional de Artes Decorativas y en presencia de las representaciones de Lugo, Pamplona, Valladolid, Zafra y, naturalmente, Madrid, el señor Robles Piquer, Director General de Información, en representación del Ministro de Información y Turismo, señor Fraga Iribarne, declaró oficialmente constituida la Federación Nacional, una vez leído el Reglamento por el que nos regiremos.

Y elegimos la primera Junta Directiva, compuesta por las siguientes personas:

+ Presidente: D. Fernando Martínez Serrano (Asociación de Belenistas de Madrid)
+ Vicepresidente 1.º: D. Eliso Ijalba Lángara (Asociación de Belenistas de Pamplona)
+ Vicepresidente 2.º: D. Fernando Parrilla Asensio (Asociación de Belenistas de Madrid)
+ Secretario: D. José Galán de Francisco (Asociación de Belenistas de Madrid)
+ Tesorero: D. Julián Cristóbal Hernández (Asociación de Belenistas de Madrid)
+ Vocal: D. Jesús G. García Alario (Asociación Belenista Castellana)
+ Vocal: D. Remigio Ledesma González (Asociación de Belenistas de Zafra)
+ Vocal: D. Eduardo Urgoni Casado (Asociación de Belenistas de Lugo)

También tomamos la decisión de nombrar presidente y vicepresidente de honor de la Federación a D. Manuel Fraga Iribarne (Ministro de Información y Turismo) y a D. Carlos Robles Piquer, respectivamente.

Igualmente, hemos adoptado la decisión de iniciar los trámites para sumarnos a la Federación Internacional Pesebrista.

En el curso de las sesiones de trabajo organizadas estos días hemos tratado diversos temas. En el orden del día han figurado concretamente:

1. Elección de un modelo de insignia para la Federación.
2. Medios para la propagación del Belén:
……a) Creación de nuevas asociaciones.
……b) Promoción del Belén.
3. Captación de la juventud.

Del primer tema, Elección de un modelo de insignia para la Federación, hemos rechazado los diez croquis o dibujos exhibidos, aunque han sido numerosas las intervenciones, sugerencias e ideas de los asistentes. Finalmente se ha decidido invitar a todos los socios de las asociaciones belenistas de España, para que se presten a colaborar enviando cuantas ideas estimen oportunas para el diseño de esta insignia (sello y membrete de la Federación) en la cual, según el artículo 4.° del Reglamento, deberán figurar, dentro de la mayor sencillez posible, España y el nacimiento de Jesús.

En cuanto al segundo tema, Medios para la propagación del Belén, dividido en dos puntos, sobre la primera de ellas, Creación de nuevas asociaciones en aquellos lugares donde aún no existan, se han adoptado los siguientes acuerdos:

……– Que cada Entidad adherida a la Federación envíe una relación de las localidades donde estime que existe afición belenista.
……– Que cada Entidad aproveche los desplazamientos de sus socios por razón de viajes, negocios, vacaciones, etc., para que inicie sondeos o contactos personales con aquellas personas o entidades que se sepa poseen una afición belenista.
……– Creación de filiales o nuevas asociaciones en la provincia, bajo la dirección de la asociación-madre, según que el movimiento belenista tenga o no importancia.
……– Que se informe periódicamente a la Federación de los contactos habidos, resultados obtenidos, etc., la cual a su vez hará llegar a los demás los ejemplos, sistemas seguidos, resultados, etc. de las restantes asociaciones federadas.

En cuanto al segundo punto del segundo tema, Promoción del Belén en ambientes, en empresas, en la calle, en comercios, en cárceles y hospitales, etc., tras el intercambio de ideas se acordó trabajar en:

……– Contactar con la Dirección General del Ministerio de Información y Turismo.
……– Interesar a las Cámaras de Comercio para que promuevan con interés, incluso con ayuda material, circulares a sus socios, etc.

En cuanto al tercer punto, Captación de la juventud, no lo hemos desarrollado por falta material de tiempo, aunque es un tema clave que tendremos que tratar en el futuro próximo, por ejemplo, y sin más dilación, el próximo año en Pamplona, puesto que esta ciudad ha sido designada por unanimidad sede de la II Asamblea de la Federación en 1964, organizada por la Asociación de Belenistas de Pamplona.

Felicito a todos los asambleístas por la labor desarrollada, por la atmósfera de hermandad vivida en todo momento, y pido a las asociaciones que pongan mayor empeño, estímulo y entusiasmo en propagar el belenismo.

Fernando Martínez Serrano
Presidente de la Federación Española de Belenistas
Presidente de la Asociación de Belenistas de Madrid