Etiqueta: 2021

Tiempo de Navidad - 29 de diciembre de 2021

Federación Española de Belenistas – Tiempo de Navidad – 29/12/2021

29 Dic 21
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Tiempo de Navidad – 29 de diciembre de 2021

Tiempo de Navidad - 29 de diciembre de 2021

Espero que esta práctica nunca se debilite; es más, confío en que, allí donde hubiera caido en desuso, sea descubierta de nuevo y revitalizada.
Papa Francisco

Tiempo de Navidad - 28 de diciembre de 2021

Federación Española de Belenistas – Tiempo de Navidad – 28/12/2021

28 Dic 21
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Tiempo de Navidad – 28 de diciembre de 2021

Tiempo de Navidad - 28 de diciembre de 2021

Es, realmente, un ejercicio de fantasía creativa que utiliza los materiales más dispares para crear pequeñas obras maestras llenas de belleza.
Papa Francisco

Tiempo de Navidad - 27 de diciembre de 2021

Federación Española de Belenistas – Tiempo de Navidad – 27/12/2021

27 Dic 21
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Tiempo de Navidad – 27 de diciembre de 2021

Tiempo de Navidad - 27 de diciembre de 2021

¿Por qué el belén causa tanto asombro y nos conmueve?
Papa Francisco

Tiempo de Navidad - 26 de diciembre de 2021

Federación Española de Belenistas – Tiempo de Navidad – 26/12/2021

26 Dic 21
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Tiempo de Navidad – 26 de diciembre de 2021

Tiempo de Navidad - 26 de diciembre de 2021

El admirable signo del pesebre causa siempre asombro y admiración.
Papa Francisco

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Santa Sede – Papa Francisco – Homilía de la Santa Misa de Nochebuena y Natividad del Señor 24/12/2021

25 Dic 21
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Santa Sede – Papa Francisco
Homilía de la Santa Misa de Nochebuena y Natividad del Señor
24 de diciembre de 2021

Escudo papal de Francisco (Jorge Mario Bergoglio)

Escudo papal de
Francisco

Basílica de San Pedro – Viernes 24 de diciembre de 2021

En la noche resplandece una luz. Un ángel aparece, la gloria del Señor envuelve a los pastores y finalmente llega el anuncio esperado durante siglos: «Hoy […] les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor» (Lc 2,11). Pero lo que agrega el ángel es sorprendente. Indica a los pastores cómo encontrar a Dios que ha venido a la tierra: «Y esta será la señal para ustedes: encontrarán a un niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre» (v. 12). Este es el signo: un niño. Eso es todo: un niño en la dura pobreza de un pesebre. No hay más luces, ni resplandores, ni coros de ángeles. Sólo un niño. Nada más, como había preanunciado Isaías: «Un niño nos ha nacido» (Is 9,5).

El Evangelio insiste en este contraste. Narra el nacimiento de Jesús a partir de César Augusto, que ordenó realizar un censo del mundo entero. Muestra al primer emperador en su grandeza. Pero, inmediatamente después, nos lleva a Belén, donde no hay nada grande, sólo un niño pobre envuelto en pañales, con unos pastores a su alrededor. Y allí está Dios, en la pequeñez. Y este es el mensaje: Dios no cabalga en la grandeza, sino que desciende en la pequeñez. La pequeñez es el camino que eligió para llegar a nosotros, para tocarnos el corazón, para salvarnos y reconducirnos hacia lo que es realmente importante.

Hermanos, y hermanas, deteniéndonos ante el belén miremos el centro; vayamos más allá de las luces y los adornos, que son hermosos, y contemplemos al Niño. En su pequeñez es Dios. Reconozcámoslo: “Niño, Tú eres Dios, Dios-niño”. Dejémonos atravesar por este asombro escandaloso. Aquel que abraza al universo necesita que lo sostengan en brazos. Él, que ha hecho el sol, necesita ser arropado. La ternura en persona necesita ser mimada. El amor infinito tiene un corazón minúsculo, que emite ligeros latidos. La Palabra eterna es infante, es decir, incapaz de hablar. El Pan de vida debe ser alimentado. El creador del mundo no tiene hogar. Hoy todo se invierte: Dios viene al mundo pequeño. Su grandeza se ofrece en la pequeñez.

Y nosotros, preguntémonos, ¿sabemos acoger este camino de Dios? Es el desafío de Navidad: Dios se revela, pero los hombres no lo entienden. Él se hace pequeño a los ojos del mundo y nosotros seguimos buscando la grandeza según el mundo, quizá incluso en nombre suyo. Dios se abaja y nosotros queremos subir al pedestal. El Altísimo indica la humildad y nosotros pretendemos brillar. Dios va en busca de los pastores, de los invisibles; nosotros buscamos visibilidad, hacernos notar. Jesús nace para servir y nosotros pasamos los años persiguiendo el éxito. Dios no busca fuerza y poder, pide ternura y pequeñez interior.

Esto es lo que podemos pedir a Jesús para Navidad: la gracia de la pequeñez. “Señor, enséñanos a amar la pequeñez. Ayúdanos a comprender que es el camino para la verdadera grandeza”. Pero, ¿qué quiere decir, concretamente, acoger la pequeñez? En primer lugar, quiere decir creer que Dios quiere venir en las pequeñas cosas de nuestra vida, quiere habitar las realidades cotidianas, los gestos sencillos que realizamos en casa, en la familia, en la escuela, en el trabajo. Quiere realizar, en nuestra vida ordinaria, cosas extraordinarias. Es un mensaje de gran esperanza: Jesús nos invita a valorar y redescubrir las pequeñas cosas de la vida. Si Él está ahí con nosotros, ¿qué nos falta? Entonces, dejemos atrás los lamentos por la grandeza que no tenemos. Renunciemos a las quejas y a las caras largas, a la ambición que deja insatisfechos. La pequeñez, el asombro por aquel niño pequeño: este es el mensaje.

Pero aún hay más. Jesús no quiere venir sólo a las cosas pequeñas de nuestra vida, sino también a nuestra pequeñez: cuando nos sentimos débiles, frágiles, incapaces, incluso fracasados. Hermana, y hermano, si, como en Belén, la oscuridad de la noche te rodea, si adviertes a tu alrededor una fría indiferencia, si las heridas que llevas dentro te gritan: “Cuentas poco, no vales nada, nunca serás amado como anhelas”, esta noche, si percibes esto, Dios responde y te dice: “Te amo tal como eres. Tu pequeñez no me asusta, tus fragilidades no me inquietan. Me hice pequeño por ti. Para ser tu Dios me convertí en tu hermano. Hermano amado, hermana amada, no me tengas miedo, vuelve a encontrar tu grandeza en mí. Estoy aquí para ti y sólo te pido que confíes en mí y me abras el corazón”.

Acoger la pequeñez también significa abrazar a Jesús en los pequeños de hoy; es decir, amarlo en los últimos, servirlo en los pobres. Ellos son los que más se parecen a Jesús, que nació pobre. Es en ellos que Él quiere ser honrado. Que en esta noche de amor nos invada un único temor: herir el amor de Dios, herirlo despreciando a los pobres con nuestra indiferencia. Son los predilectos de Jesús, que nos recibirán un día en el cielo. Una poetisa escribió: «Quien no ha encontrado el Cielo aquí abajo, difícilmente lo encontrará allá arriba» (E. Dickinson, Poemas, XVII). No perdamos de vista el Cielo, cuidemos a Jesús ahora, acariciándolo en los necesitados, porque se identificó en ellos.

Miremos otra vez más el nacimiento y observemos que Jesús al nacer está rodeado precisamente de los pequeños, de los pobres. Son los pastores. Eran los más humildes y fueron los que estuvieron más cerca del Señor. Lo encontraron porque «pasaban la noche en el campo cuidando sus rebaños y vigilando por turnos» (Lc 2,8). Estaban allí para trabajar, porque eran pobres y su vida no tenía horarios, sino que dependía de los rebaños. No podían vivir como y donde querían, sino que se regían en base a las exigencias de las ovejas que cuidaban. Y Jesús nace allí, cerca de ellos, cerca de los olvidados de las periferias. Viene donde la dignidad del hombre es puesta a prueba. Viene a ennoblecer a los excluidos y se revela sobre todo a ellos; no a personajes cultos e importantes, sino a gente pobre que trabajaba. Esta noche, Dios viene a colmar de dignidad la dureza del trabajo. Nos recuerda qué importante es dar dignidad al hombre con el trabajo, pero también dar dignidad al trabajo del hombre, porque el hombre es señor y no esclavo del trabajo. En el día de la Vida repitamos: ¡No más muertes en el trabajo! Y esforcémonos por lograrlo.

Contemplemos una vez más el pesebre, dirigiendo la mirada hacia donde se divisan los magos, que peregrinan para adorar al Señor. Miremos y comprendamos que en torno a Jesús todo vuelve a la unidad: no están sólo los últimos, los pastores, sino también los eruditos y los ricos, los magos. En Belén están juntos pobres y ricos; los que adoran, como los magos, y los que trabajan, como los pastores. Todo se recompone cuando en el centro está Jesús; no nuestras ideas sobre Jesús, sino Él, el Viviente. Entonces, queridos hermanos y hermanas, volvamos a Belén, volvamos a los orígenes: a lo esencial de la fe, al primer amor, a la adoración y a la caridad. Contemplemos a los magos que peregrinan y como Iglesia sinodal, en camino, vayamos a Belén, donde Dios está en el hombre y el hombre en Dios; donde el Señor está al centro y es adorado; donde los últimos ocupan el lugar más cercano a Él; donde los pastores y los magos están juntos en una fraternidad más fuerte que cualquier clasificación. Que Dios nos conceda ser una Iglesia adoradora, pobre y fraterna. Esto es lo esencial. Volvamos a Belén.

Nos hace bien ir allí, dóciles al Evangelio de Navidad que presenta a la Sagrada Familia, a los pastores y a los magos: toda gente en camino. Hermanos, y hermanas, pongámonos en camino, porque la vida es una peregrinación. Levantémonos, volvamos a despertar porque en esta noche ha brillado una luz. Es una luz amable y nos recuerda que en nuestra pequeñez somos hijos amados, hijos de la luz (cf. 1 Ts 5,5). Hermanos y hermanas, alegrémonos juntos, porque nadie podrá apagar nunca esta luz, la luz de Jesús, que desde esta noche resplandece en el mundo.

Firma del Papa Francisco (Jorge Mario Bergoglio)

© Dicastero per la Comunicazione – Libreria Editrice Vaticana

 

Tiempo de Navidad - 25 de diciembre de 2021

Federación Española de Belenistas – Tiempo de Navidad – 25/12/2021

25 Dic 21
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¡¡¡ES NAVIDAD!!!
Tiempo de Navidad – 25 de diciembre de 2021

Tiempo de Navidad - 25 de diciembre de 2021

Este es el signo: un Niño.
Eso es todo, un Niño en la dura pobreza del pesebre.
Papa Francisco

1 día para Navidad - Calendario de Adviento 2021

Federación Española de Belenistas – Calendario de Adviento 2021 – 1 día para Navidad

24 Dic 21
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Calendario de Adviento 2021 – 1 día para Navidad

1 día para Navidad - Calendario de Adviento 2021

Debemos saber apagar las luces del entorno para ver las estrellas.
Josep Pagespetit

2 días para Navidad - Calendario de Adviento 2021

Federación Española de Belenistas – Calendario de Adviento 2021 – 2 días para Navidad

23 Dic 21
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Calendario de Adviento 2021 – 2 días para Navidad

2 días para Navidad - Calendario de Adviento 2021

Un detalle de belleza visible puede ser el punto de partida para buscar y descubrir la belleza invisible.
Josep Pagespetit

3 días para Navidad - Calendario de Adviento 2021

Federación Española de Belenistas – Calendario de Adviento 2021 – 3 días para Navidad

22 Dic 21
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Calendario de Adviento 2021 – 3 días para Navidad

3 días para Navidad - Calendario de Adviento 2021

El belenismo es la prolongación de uno mismo.
Josep Pagespetit

4 días para Navidad - Calendario de Adviento 2021

Federación Española de Belenistas – Calendario de Adviento 2021 – 4 días para Navidad

21 Dic 21
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Calendario de Adviento 2021 – 4 días para Navidad

4 días para Navidad - Calendario de Adviento 2021

En el camino de la vida como en el belenismo los mejores compañeros de viaje son unas alas y una ilusión.
Josep Pagespetit