Categoría: Congreso FEB 2003 – Asociación de Belenistas Portuense «Ángel Martínez»

D. Antonio Alonso Paredes – Trofeo FEB 2003 – Asociación de Belenistas de Alicante

22 Jun 03
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Antonio Alonso Paredes - Trofeo FEB 2003

Antonio Alonso Paredes
Trofeo FEB 2003

Logo AB AlicanteD. Antonio Alonso Paredes, maestro belenista de la Asociación de Belenistas de Alicante desde hace tres años y miembro de su Junta de Gobierno a partir de 1999, compendia aquellas cualidades que distinguen al belenista auténtico y al hombre de bien: sencillez, disposición plena para la participación en las tareas asociativas, desinterés por el halago o la vanagloria, discreción, afabilidad, compañerismo, sensatez… Y todo ello y mucho más engarzado por una capacidad de creación artística verdaderamente espléndida, ejemplarmente sobresaliente. Porque las realizaciones del maestro belenista D. Antonio Alonso Paredes, ya sea en belenes de grandes dimensiones, como en dioramas, pequeños trabajos, cuadros en relieve, son un dechado de perfección plástica, de ambientación fidedigna, de creatividad, de imaginación, de armonioso sentido de la composición, del color, del detalle minucioso y del acabado admirable. Ante los belenes del maestro belenista D. Antonio Alonso Paredes se goza y se aprende, tanto como se goza y se aprende con los méritos personales que distinguen su actitud vital.

Para la Asociación de Belenistas de Alicante es un honor contar con personas como el maestro belenista D. Antonio Alonso Paredes, al que, con auténtica alegría, consideramos sobradamente merecedor del Trofeo Federación Española de Belenistas 2003.

D. José María Arsuaga Urrestarazu – Trofeo FEB 2003 – Gipuzkoako Belenzaleen Elkartea “Francisco de Asís” Asociación Belenista de Gipuzkoa

22 Jun 03
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José María Arsuaga Urrestarazu - Trofeo FEB 2003

José María Arsuaga Urrestarazu
Trofeo FEB 2003

Logo AB GipuzkoaJosé María Arsuaga Urrestarazu nació en Bilbao. Siente y vive el belenismo desde su infancia; sus primeros recuerdos son del belén que se instalaba en su casa con figuras del taller de los hermanos Castells adquiridas en 1932.

En nuestra ciudad conoce la existencia de nuestra Asociación, en la que ingresa el año 1986, incorporándose de forma muy activa en la gestión de la misma al poco tiempo, con su adscripción, durante un año, como adjunto a Tesorería para colaborar en las tareas de la Junta Directiva.

En la primera renovación de la Junta Directiva fue elegido Tesorero, cargo que ejerció durante tres años, pasando seguidamente, durante ocho años, a ocupar la Presidencia hasta mayo de 2002.

En todo tiempo desarrolló tareas directivas no solo en nuestra Asociación, sino también en la Federación Española de Belenistas en la que, además de ser Vocal nato y consultor de la misma, perteneció a la Comisión de Economía. En la Federación Internacional de Pesebristas asistió a las Asambleas celebradas en Génova, Madrid y Pamplona con ocasión de los Congresos Internacionales de Belenismo que tuvieron lugar en esas ciudades, haciendo valer siempre, y con gran tesón, nuestra condición de Asociación cofundadora del organismo internacional.

Durante su Presidencia se celebró el año 1997 el cincuentenario de la fundación de la Asociación, por lo que sus trabajos tuvieron cumplida repercusión en los actos que por tal motivo tuvieron lugar, y que para nuestra historia quedaron plasmados en el Libro del Cincuentenario, en el que figuró una importante colaboración suya. Son incontables las Asambleas y Congresos de la Federación Española de Belenistas a los que acudió, gozando, por sus conocimientos belenistas y simpatía, del afecto de cuantos han llegado a conocerle dentro del belenismo.

D. José Luis Fernández Rodríguez – Trofeo FEB 2003 – Asociación Belenista de Burgos

22 Jun 03
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José Luis Fernández Rodríguez - Trofeo FEB 2003

José Luis Fernández Rodríguez
Trofeo FEB 2003

Logo AB BurgosNacido en Burgos, padre de 6 hijos, estudió en la Escuela Profesional obteniendo el titulo de Titulado Mercantil, iniciando pronto su vida laboral. En 1957 entró por oposición en Caja Círculo, donde ha desarrollado toda su vida profesional. Desde 1960 ha sido director de distintas oficinas urbanas en Burgos y su provincia y Consejero General de Caja Círculo durante cuatro años.

Al alcanzar su jubilación, en 1998, entró a formar parte como Vocal de la Junta Directiva de la Asociación Belenista de Burgos, participando con todo entusiasmo desde el primer momento en el Concurso Diocesano de Belenes que, en colaboración con la Diócesis de Burgos, organiza y patrocina nuestra Asociación.

Incansable, recorre cada Navidad toda la provincia burgalesa; en la última campaña ha visitado 300 belenes en parroquias, colegios, empresas y asociaciones. Las inclemencias del tiempo, las largas distancias, o el tener que renunciar en días festivos a la compañía de su familia, no le desaniman en su quehacer. Se siente recompensado al comprobar la ilusión, el amor al Misterio de Belén y la creatividad que derrochan los participantes del Concurso, niños y mayores, cuyo número se incrementa cada año.

La Junta Directiva de la Asociación Belenista de Burgos, obra cultural de la Caja Círculo, en su sesión del 13 de febrero de 2003, acordó proponerle como merecedor del Trofeo Federación Española de Belenistas 2003.

Trofeo FEB 2003 – Ángel Felipe Chamorro de la Fuente – Asociación Belenista Castellana

22 Jun 03
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Trofeo FEB 2003 – Ángel Felipe Chamorro de la Fuente – Asociación Belenista Castellana

Ángel Felipe Chamorro de la Fuente - Trofeo FEB 2003

Ángel Felipe
Chamorro de la Fuente
Trofeo FEB 2003

Logo AB CastellanaA D. Ángel Felipe Chamorro de la Fuente se le puede considerar, con pleno derecho, belenista desde que tuviera los primeros balbuceos o viera las primicias luminosas al venir a este mundo; de esto hace ahora treinta y tres años, en la ciudad de Valladolid.

Sus progenitores, y también los de estos, vivieron intensamente el apego belenista durante toda su vida y, en todo momento, fomentaron su intrínseca afición, tanto en el entorno familiar como en el amplio y exquisito círculo social en el cual se movieron y se siguen desenvolviendo.

Ángel Felipe Chamorro recibió la sabia belenista directamente por conducto placentario y, según fue creciendo, iba asimilando muy bien las lecciones que recibía día a día. Primeramente acompañando a sus abuelos, luego a sus padres, en los montajes ambientales durante los días navideños y con especial énfasis el Nacimiento; después asumió la responsabilidad completa y se encargó íntegramente de todo lo concerniente a esta actividad familiar.

Cuando sus ocupaciones se lo permitieron se incorporó al noble quehacer de la Asociación Belenista Castellana, colaborando desde el primer momento con toda la ilusión en las diversas campañas divulgadoras que se realizan. Nunca ha querido ser protagonista y, actuando en segunda línea, siguió su tarea aportando conocimiento, ímpetu juvenil y el mayor empeño para ayudar a los que acuden a la sede asociativa.

En el devenir de su vida ha ido puliéndose y ampliando notablemente el campo de acción, intensificando su quehacer desde su puesto laboral, en el que es ejemplo de buen hacer y aprovecha para irradiar e infundir sus propias ilusiones belenistas. En los últimos años consigue que la empresa le permita instalar, en las propias dependencias, un amplio y artístico Nacimiento con vistas a la calle, que es visitado por muchos de sus clientes y, sobre todo, es admirado por numerosos viandantes que transitan por la céntrica calle donde está situado.

Podríamos seguir comentando el amplio curriculum vitae belenista, que haría larga y prolija la enumeración, y quizás difícil el poder plasmar la larga tarea desarrollada a través de sus años, pero nos tienen limitado el espacio y nos debemos ajustar a las normas recibidas.

Por ello, solo nos resta, y no queremos omitir, el animarle a que siga en la misma línea emprendida y en la cual viene actuando, y a la vez pedimos que no decaiga en el empeño hasta alcanzar las metas propuestas, que son de idéntica correlación con las de nuestra organización asociativa.

D. Gregorio Gutiérrez Gómez – Trofeo FEB 2003 – Asociación de Belenistas de Madrid

22 Jun 03
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Gregorio Gutiérrez Gómez - Trofeo FEB 2003

Gregorio Gutiérrez Gómez
Trofeo FEB 2003

Logo AB MadridGregorio Gutiérrez Gómez nace el 14 de enero de 1947 y desde niño es aficionado a los belenes; primero eran recortables, que publicaban los periódicos, después con sus ahorros compra figuritas de barro para ampliar el belén de su casa y a los 16 años, con el primer sueldo que ganó, compró un misterio.

Gregorio Gutiérrez Gómez ingresa en la Asociación el 21 de noviembre de 1994, hace algunos cursos y pronto empieza a colaborar en los montajes de la Asociación.

Con poco más de 2 años de antigüedad, se le pide a formar parte de la Directiva, accediendo gustoso y saliendo elegido Tesorero el 10 de marzo de 1997.

Aunque por su profesión siempre esté entre números, lo que él realmente quiere es hacer belenes. En varias ocasiones se ha encargado de realizar los dioramas que se rifan para sacar fondos y en su casa, aunque un poco justo de tiempo, nunca falta el belén.

Difunde el belén donde se encuentre, a sus hijas (Isabel y Paloma) las ha inculcado e introducido en el belenismo y forman parte del grupo de jóvenes de la Asociación. En su trabajo ocurre lo mismo, siendo socias activas varias de sus compañeras.

Por ello, y mucho más, la Asociación de Belenistas de Madrid le propone para que se le otorgue el Trofeo Federación Española de Belenistas, en el XLI Congreso Nacional que se celebrará en el Puerto de Santa María.

Cartel XLI Congreso Nacional Belenista - El Puerto de Santa María 2003

XLI Congreso Nacional Belenista 2003 – Ponencias – Andalucía La Baja en las figuras de Ángel Martínez, por Letizia Arbeteta Mira

20 Jun 03
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Andalucía La Baja en las figuras de Ángel Martínez, por Letizia Arbeteta Mira

Ponencia XLI Congreso Nacional Belenista 2003

No hace falta insistir en la gran antigüedad de la tradición belenística en nuestro país, pese a que aún haya gente que sigue creyendo ese tópico infundado de que Carlos III trajo el belén a España. Por supuesto, trajo el suyo personal y alguno más, pero ahí para la cosa.

El hecho de que no arraigase en la península el belén al estilo napolitano, pese a su perfección, indica que la sociedad hispana manifestaba de otra forma la presencia de lo costumbrista y cotidiano. Si bien se mira, y como ya hemos manifestado en anteriores trabajos, el propio belén Riquelme, la obra más conocida de Salzill0, tampoco es napolitano, pese a ser hijo de Nicolás, escultor natural de esta localidad. Ni son napolitanas las escenas, ni los tipos, ni la representación mística de la natividad entre los arcángeles. Remontando los cauces de este río vemos que lo anecdótico, la escena cotidiana, contemporánea del devoto, ya aparece en las primeras manifestaciones plásticas de la Natividad, pues el propio relato evangélico la introduce, como una ventana temporal, en el contexto de la narración bíblica, al describir brevemente las tareas y la forma de vivir de los pastores que son testigos del celestial anuncio. Desde los sarcófagos paleocristianos a los capiteles románicos, iluminaciones, frescos, tablas y lienzos medievales, los pastores están presentes con sus instrumentos musicales, sus cayados, los animales del campo, los apriscos y las cuevas, en las que preparan sus manjares, pobres o suculentos, guisos, calderetas, sopas, migas, gachas, al lado de una bota de vino.

Como en lenta procesión que se dirige al Portal, los personajes de las loas, pastoradas, autos de Navidad, corderas y otras manifestaciones dramáticas -origen del teatro europeo medieval- se van plasmando en tipos individualizados: el bobo, el pillo, el gracioso, el bueno, el listo, la gitana, las parteras y otros personajes de fondo que dan volumen y riqueza a la acción escénica. De esta forma, pasamos de los tres pastores representando las tres edades del hombre, las tres actitudes ante la vida, a todo un abanico de actitudes humanas y caracteres, ya no sólo pastoriles, sino también aldeanos y otros que se afanan en menesteres varios. Pronto, al crecer en número de figuras y separarse definitivamente del espacio sacro, los altares u oratorios, los belenes ocupan espacio en las habitaciones domésticas y se expanden mostrando una serie de escenas anecdóticas, que ambientan los episodios clave de la infancia de Jesús (Anunciación, Desposorios, Visitación, Nacimiento, Adoración de los Pastores, los Magos y Herodes, Adoración de los Magos o Epifanía, matanza de los inocentes, Sueño de José y Huída a Egipto, además de Jesús entre los Doctores). De esta forma, los antiguos pastores, que representan a los humildes de este mundo, se transforman en todo aquel que se afana y trabaja, tanto en el mundo rural como en el de los pueblos y aldeas del entorno. El resultado final es que el belén se acerca así al corazón de las gentes sencillas que lo contemplan, como si todo hubiera sucedido entre ellas.

Sin embargo, lo que parecía obvio siglos atrás, se paraliza en el siglo XIX. Las causas de este fenómeno, que abarca otros aspectos de la piedad visual, no están todavía claras, pero cabría buscarlas en la influencia de los descubrimientos arqueológicos, lo que implica que el mundo bíblico, tantas veces inventado, empieza a conocerse tal como pudo ser, y se ponen de moda las figuras con túnicas, turbantes y velos, ataviadas «a la hebrea», no menos imaginadas y anacrónicas que las tradicionales del sombrero «a la federica», la montera o la caracterización de la campesina manchega. Pero, con todo este alboroto, se ha cerrado el paso a nuevos personajes. Apenas una tímida castañera o el «caganer», ese payés tras la masía, en plena tarea, apenas alguna otra nota irónica, pero los pescadores parecen San Pedro, las pastoras Séfora, los reyes el cortejo de Aladino y un grupo de judíos imposibles están matando el animal impuro por antonomasia, el cerdo. Tocan la zambomba jóvenes beduinos y baila el bolero una morenita de barro pintado que podría ser la hija de Jairo. Pero todo tiene su excepción.

Foto 1 - Ponencia XLI Congreso Nacional Belenista 2003 "Andalucía La Baja en las figuras de Ángel Martínez", por Letizia Arbeteta MiraY, en Andalucía la Baja, la excepción se llama Ángel Martínez.

La vida de Ángel Martínez García es suficientemente conocida por muchos de ustedes, por lo que recordaremos los rasgos principales de su biografía: nació en El Puerto en 1882, y aprende carpintería y ebanistería con su padre, quien trabajaba en ocasiones para un colegio local, el de San Luis Gonzaga. Parece ser que el joven Ángel comenzó a modelar figuritas de barro, especialmente sacerdotes similares en su aspecto a ciertos profesores, que los alumnos adquirían por su espontaneidad y gracejo. Pronto, la oferta se amplió a otros tipos, posiblemente inspirados en personas de la localidad que los chavales reconocerían sin problema. En definitiva, un fenómeno parecido al que dio lugar al pintoresquismo de los belenes napolitanos, pues Ángel sin duda, se inspiró en las figuras locales para nacimientos, a donde pudo acudir en busca de modelos para su galería de tipos. Existe un enigma sin resolver en este caso, pues desde el siglo XIX, las figuras realizadas en El Puerto de Santa María, que representan principalmente campesinos y pastores, pese a ser tradicionales en el mundo del belén, poseen rasgos propios, al igual que las granadinas de la familia Rada, que mezcla el estilo hebreo con los atavíos del campo andaluz, produciendo un híbrido muy característico. Estas figuras, producidas en varios alfares, algunos sin horno, se decoraban con pigmentos y han llegado hasta nosotros en muy malas condiciones. Quizás uno de los ejemplos más antiguos sea el fanal que unas religiosas de El Puerto de Santa María donaron al gaditano doctor Zurita, con figuras de pastoras y pastores, además de un misterio minúsculo, al estilo barroco, con Jesús vestido y la cuna con Gloria de papel. El ángel, por su parte, recuerda a modelos granadinos y los ángeles lampadarios de las iglesias.

Volviendo al joven Martínez, pronto tuvo éxito con las figuras, pues eran cada vez más prolijas y más detalladas, por lo que podían ser consideradas como micro-esculturas (al igual que los barros malagueños y granadinos), o bien, colocarse en el belén, pues su tamaño, a escala, era el habitual de 12 cm. La producción de este artesano que hoy conocemos, indica que este fue el destino principal de su producción, obteniendo algún encargo ocasional, como las reproducciones de calesas, toreros, carros de vinateros, la imagen de la virgen Patrona o algún retrato.

Casó en 1909 con Milagros Gallardo. Aunque no tuvieron hijos, la sobrina de su mujer, Carmen Gutiérrez Gallardo, les auxilió en el taller, que rigió hasta 1966, tras fallecer el artista en 1946.

Amasadas con barro lebrijano de regular calidad, comenzó a marcar sus piezas en una época indeterminada, bien con las iniciales AM en la base, bien con el nombre completo, a veces con indicación de su taller en la Calle del Postigo. Finalmente, coloca su sello en la superficie de la obra. Las piezas se distinguen por su vibrante colorido, mate, algo terroso como es de tradición en la zona, y la base impresa con la arpillera donde las piezas se ponían a secar; el fuego de baja temperatura les dotaba de cocción irregular, lo que unido a la presencia de alambres, necesarios en muchos casos para sostener partes delicadas, provocó el deterioro de las piezas, al oxidarse las partes metálicas por efecto de la humedad ambiental.

Sin embargo, estas pequeñas figuras constituyen hoy un apreciado elemento de coleccionismo y distinguen todos los grandes belenes señoriales de Andalucía la Baja y aún de Extremadura. Conocemos en Sanlúcar de Barrameda y Jerez conjuntos que, hasta hace unos años se conservaban completos y que alcanzan las doscientas figuras, incluyendo accesorios tales como casas, cobertizos, pajares, puentes, castillos y celajes pintados; pocas son las asociaciones belenistas que no tienen alguna pieza suya, existiendo buenas colecciones en Madrid, Jerez y Barcelona, por poner algún ejemplo bien conocido.

Sus moldes no han corrido la misma suerte que muchos de los talleres murcianos, perdidos para siempre o modificados hasta resultar irreconocibles, sino que se han conservado en manos de la familia que, con excelente criterio, ha acordado su utilización para réplicas exactas, a través de los Sucesores de Ángel Martínez, quienes, desde el año 2000, están rescatando un acervo sorprendente y, poco a poco, aún en nuestros días, sistematizan, con una seriedad que podríamos calificar de científica, todo lo que hoy resta de la producción de este artesano tan singular que, para muchos, merece el título de artista, pues es uno de los pocos que podríamos calificar de «primitivo».

Foto 2 - Ponencia XLI Congreso Nacional Belenista 2003 "Andalucía La Baja en las figuras de Ángel Martínez", por Letizia Arbeteta MiraAndalucía la Baja en las figuras de Ángel Martínez

Ángel Martínez tuvo éxito posiblemente por dos razones: el tamaño de sus figuras «estándar», que se avenían a las usadas en la zona para los belenes, incluídas las procedentes de Granada, y porque reflejó toda una sociedad, el corazón y el alma de un pueblo.

Quizás este sea su mayor acierto y lo que hoy atrae diversas miradas, ajenas muchas de ellas al mundo del belenismo.

La Andalucía de Cádiz, Jerez y los Puertos (Puerto de Santa María, Puerto Real, San Fernando, Sanlúcar de Barrameda) es una Andalucía peculiar, atlántica, de sal marinera, marisma y campos, de viñedos, tunas y navazos, abierta al océano al tiempo que profundamente campesina. Sus ciudades de casas encaladas y calles estrechas y largas bullen de animación; la vitalidad de los oficios es aún palpable; los tipos permanecen. Es la Andalucía de la aventura americana, de los indianos, de palmerales y araucarias, casas con miradores y cortijos salpicando las lomas donde la albariza madura las uvas y los flamencos, ánsares y gallaretas se encaminan a Doñana. Una Andalucía que, hasta bien entrados los años sesenta, mantenía sus estructuras sociales y modo de vida tradicional casi intactos.

Si examinamos viejas fotografías de la zona, especialmente las que van de 1900 a 1930, años de su mayor producción, vemos que la sociedad, muy estamentada, se dividía entre los que lo poseían todo y veían las facetas pintorescas de su entorno como un atractivo más, y aquellos que debían adaptarse a circunstancias nada fáciles.

Foto 3 - Ponencia XLI Congreso Nacional Belenista 2003 "Andalucía La Baja en las figuras de Ángel Martínez", por Letizia Arbeteta MiraEn los años ochenta del siglo XIX, época de la niñez de Ángel Martínez, el mismo Puerto de Santa María se diferenciaba poco, visto desde la ría, de los grabados renacentistas del «Civitatis Orbis Terrarum», donde aparece reflejado. Las barcas de vela latina, los juanelos leves como alas de golondrina, entraban y salían de las vías fluviales y la bahía, donde los pescadores y mariscadores se afanaban al compás de las mareas, las salinas reverberaban al sol y en los puertos diversos se embarcaban y desembarcaban diversas mercaderías. Curiosamente, Ángel Martínez se las arregla para reflejar este mundo de bajamar, insólito en un ámbito donde todo lo relativo al agua se limita a lavanderas y algún pescador de agua dulce. El belén de Ángel Martínez tiene mar. Mar y playa, con sus caños de agua dulce, donde nadan los patos, los boyeros charlan y las mujeres lavan la ropa atentas al ir y venir de las barcas. En las rocas, pescadores con sus largas cañas, sombreros de campo y los pantalones remangados salpicados como islotes enmedio de la marisma. Una madre pasa por algún inestable puente de tablas, sujetando con cuidado a su niño. La madre viste como las mujeres de las fotografías. No es una hebrea, es una gaditana portuense como las vecinas de los Martínez. Quietos bajo el sol, los espulgabueyes parecen viejas estatuas votivas a lomos de las grandes bestias. Una barcaza, sujeta por poleas y maromas transporta hombres y caballerías de un lado a otro.

En el campo, pacen los toros y las ovejas, atendidas por gañanes y pastores con sus perros, que les procuran agua y comida. De cuando en cuando, la graciosa arquitectura de una fuente, al gusto neoclásico imperante en la zona, rompe la monotonía del paisaje. Fuente que no se ha inventado Martínez, pues similares las hay por doquier, incluso a la orilla del mar. Donde hay agua hay frescor y a la vera del agua descansa el buey tumbado, vagabundea el pavero niño, o la madre lava en el pilón y la niña le imita en el barreño. La cerda ha parido y vigila sus lechones mientras el granjero se asoma por la valla. Andando el tiempo, les llegará su San Martín y caerán bajo los cuchillos en gloriosas matanza, espectáculo apto para niños, por lo que se vé.

En los oteros, los toros bravos corren, levantando una polvareda. Pronto se realizará la tienta, que mostrará su casta y valor.

Las chumberas o tunas se elevan, con sus crestas ariscas, delimitando gallineros como una empalizada o bordeando los caminos, rotas sus hileras por cañaverales y palmas. Los sabrosos higos chumbos se recogen, se cargarán en las alforjas para venderse en la ciudad. Palmeras, chumberas y piteras, a veces realizadas con expresividad asombrosa, no faltan en la obra de Ángel Martínez. Los personajes son como sus figuras, cetrinos y serios, con su camisa y sombrero bajo el sol de agosto.

Rechinando, la carreta con las botas de vino avanza por el camino, igual que las asombrosas reproducciones del artista, realizadas con todo detalle, lo que demuestra la capacidad de Ángel para captar hasta el menor detalle del campo y sus labores, en el que campesinos curtidos, de camisas albas, impecables y pantalones remendados se afanan indiferentes, como el leñador, a los turistas que descubren la realidad de montar en burro por primera vez, o las señoritas de la buena sociedad que van en calesa a los toros en Sanlúcar durante la visita de la reina Victoria Eugenia.

Foto 4 - Ponencia XLI Congreso Nacional Belenista 2003 "Andalucía La Baja en las figuras de Ángel Martínez", por Letizia Arbeteta MiraLos vendimiadores cargan con los cestos, el aguador con su cántaro, y en el frescor de las bodegas, trabajadores que parecen modelados por el artista se reúnen para tomar el vaso de vino, dudoso privilegio que algunas firmas vinateras pregonan conceder cuatro veces al día (con las inevitables secuelas). Después, el vino emprenderá su viaje, quizás hasta ultramar.

La ciudad es un animado zoco bajo el sol de la mañana. El trajín y el vocerío son grandes. Transeúntes, amas de casa, rapazuelos y gentes de toda condición cruzan las calles. Son numerosos los pregones, quien vende, quien repara. Antes del alba el panadero coció su pan, y el hortelano vino con su borrico, durmiéndose a veces sobre este, que le llevó a donde quiso. La calle bulle de gente, los jóvenes lecheros, niños más bien, reparten la leche. Pero no todos los rapaces son tan trabajadores. Los hay traviesos y de la piel de Satanás, como este que pinta, sobre la calva del viejo dormido en el paseo, una cara sonriente, mientras la vieja comienza a abrir el ojo y calcula cómo de rápido le dará un pescozón antes de que se escurra.

En las azoteas, las mujeres comienzan la penosa tarea de la colada, indispensable para mantener la ropa blanca; en las cocinas, se afanan ante los fogones y anafres, los mismos en los que la buñolera prepara sus productos.

La chiquillería llena la calle con sus voces… hasta que aparece el maestro. La letra con sangre entra y algún golpe de vara es antídoto contra la distracción. Tras la puerta la cartilla, una niña llora, aplastada por la humillación de portar las crueles orejas de burro; otros se afanan, alguno se rasca la cabeza tras probar el jarabe de palo, sin duda una buena pieza con los fondillos del pantalón rotos, y el dómine, con su corazoncito al fin y al cabo, cae seducido por la gracia de la niña pelota, quizás acusica. Era otro método, sin duda, bien diferente del actual.

Pero no todo son trabajos. También hay que divertirse y en los patios y balcones cotorrean las vecinas, reuniéndose en tomo al brasero con los primeros fríos invemales. Es el momento de los romances, las canciones, los relatos misteriosos y los cuentos de terror, además de recordar los crímenes sin resolver y otros sucesos atroces. Pero si es Navidad todo es alegría. Se canta, se baila y se come, haciendo coro con los almireces, la pandereta y la guitarra. Los antiguos trajes de volantes, que ya asombraran a los romanos, aún se ven por las calles.

Allá van nuestros pastores, hacia el belén, uniendo de nuevo el antiguo relato de la Natividad; allá van, con sus batas y moños años treinta, sus sombreros de paja, el viejo y la vieja con la zambomba y las sonajas, ella con delantal; allí están todos, todos los que Ángel Martínez vio, todos sus vecinos, todos los animales del campo, las aves de los humedales y marismas, la viñas y los interminables caminos de piedras; allí están las puertas de los pagos y cortijos, los mulos y los bueyes, allí está su mundo, poblado de abuelas y rapaces, alguna en buen apuro, los humildes aguadores, las mujeres que lavan, las gitanas canasteras, la de los melones, la huevera, el viejo de las verduras, allí están todos, incluso esos tres reyes de los que el más viejo anda encorvado como su caballo, camino de un portal que se parece al de otros belenes, quizás catalán, quizás granadino, con o sin Gloria, porque los misterios no son cosa suya, él pone la gente, la gente que va a ver a Jesús.

Mientras otros ponen el cielo, Ángel Martínez pone a sus vecinos. Gracias a él, Andalucía la Baja vivirá para siempre en el belén.

Letizia Arbeteta Mira

Cartel XLI Congreso Nacional Belenista - El Puerto de Santa María 2003

XLI Congreso Nacional Belenista 2003 – Saludos – D. Vicente Rodríguez Giménez, Presidente de la Asociación de Belenistas Portuense «Ángel Martínez»

20 Jun 03
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D. Vicente Rodríguez Giménez, Presidente de la Asociación de Belenistas Portuense "Ángel Martínez"

D. Vicente Rodríguez Giménez, Presidente de la Asociación de Belenistas Portuense «Ángel Martínez»

Bienvenidos a todos

¡No os podéis imaginar la alegría que nos causa el veros en nuestra casa! ¡Bienvenidos a todos!

Durante varios meses un gran número de portuenses, asociaciones de la provincia y amantes del belén de toda nuestra geografía hemos venido trabajando para que estos días vivamos unos momentos de felicidad y fiesta belenista.

Desde primera hora tenemos consciencia de la importancia y responsabilidad que entraña este evento, de ahí que no hemos escatimado en horas y esfuerzos, con el deseo de que cuando os marchéis, os vayáis con energía renovada y ganas de volver.

En estos días que tendremos la suerte de vivir juntos, no solo estaremos en la ciudad de El Puerto, sino que podremos visitar Cádiz, como ciudad trimilenaria, la más antigua de Occidente. Era compromiso obligado que en este Congreso pudiéramos recrearnos con los encantos de esta mágica ciudad.

Sanlúcar de Barrameda, con su inigualable situación, la hace ser magnífica entrada del maravilloso mundo de la flora y la fauna, como es el Parque Natural de Doñana. Sanlúcar, un municipio que de siempre ha sabido acoger a muchos visitantes; estamos seguros de que en esta ocasión no saldremos defraudados de la visita. Todo ello junto con sus palacios, el magnífico atardecer y la rica gastronomía, la hacen a esta ciudad ideal para una tarde de la jornada opcional.

Jerez de la Frontera, señorial, portentosa, grandiosa y belenista. ¿Qué más queréis que os cuente? Con esta idea y el precedente de la organización de magníficos congresos, donde les avalan como espléndidos organizadores de cualquier evento que se propongan, era visita forzada dentro de este XLI Congreso. Eso además unido a la oportunidad que tendremos de visitar lo que será el Museo de la Navidad, auténtica catedral del belenismo.

Y en El Puerto, con el Monasterio de la Victoria, histórico y sensacional lugar de celebraciones. El Castillo de San Marcos, la Bodega de San José, los belenes, las muestras, exposiciones, la cuna del insigne artesano Ángel Martínez, la Santa Misa, los actos programados y el clima, espero que hacen los ingredientes idóneos para pasar unos días de auténtica fiesta del belén.

Bienvenidos a El Puerto, a la provincia, a Andalucía a todos aquellos amantes del belén que vienen con el corazón abierto a poder disfrutar de estos cortos, pero intensos días.

Espero que, con la ayuda de Dios y Nuestra Señora de los Milagros, no haya contratiempos ni obstáculos que no tengan solución y volváis todos con la misma alegría y entusiasmo que nosotros hemos puesto en este evento.

Agradezco desde mi cargo de presidente de la entidad anfitriona a todos los asistentes, a los de la tierra, a los del resto de España y a los que vienen del otro lado del charco, a todos gracias por respaldar el Congreso, con vuestra participación y asistencia hacemos grande el belenismo.

Solo me quedan dos renglones para agradecer también a los patrocinadores y colaboradores, que con su ayuda y aportación harán de este Congreso una buena ocasión para poder decir aquello de «prueba superada».

Vicente Rodríguez Giménez – Presidente de la Asociación de Belenistas Portuense «Ángel Martínez»

 

Cartel XLI Congreso Nacional Belenista - El Puerto de Santa María 2003

XLI Congreso Nacional Belenista 2003 – Saludos – D. José Manuel Sánchez-Molina Mampaso, Presidente de la Federación Española de Belenistas

20 Jun 03
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D. José Manuel Sánchez-Molina Mampaso, Presidente de la Federación Española de Belenistas

D. José Manuel Sánchez-Molina Mampaso, Presidente de la Federación Española de Belenistas

Un año más

Con la llegada de nuestro XLI Congreso Nacional Belenista se nos da la oportunidad de un nuevo reencuentro entre asociaciones.

Un sugerente eslogan, elegido por la organización del Congreso, la Asociación de Belenistas Portuense «Ángel Martínez», reclama nuestra asistencia: «2003 razones para venir». Los belenistas de nuestra Federación Española estamos siempre dispuestos a cualquier reclamo que parte del mundo del belenismo. Es por ello que entendemos que, de esas 2003 razones que proponéis para venir, nos sobran 2002. Nos basta con conocer el lugar de nuestro encuentro, EL PUERTO DE SANTA MARÍA.

Es la luz de vuestra tierra, el azul de vuestro mar, la blanca cal que viste vuestras casas, vuestra entrega a los demás, vuestra gracia al expresaros, vuestro aire, vuestro campo, lo que nos atrae para llegar a esta gran tierra de Andalucía, que gracias al trabajo, tesón, esfuerzo y cariño nos va a deslumbrar.

El Puerto de Santa María, cuna, paso y estancia de grandes personajes para la historia, arte y literatura, va a ser, durante las tres próximas jornadas, residencia de belenistas para compartir, debatir, adquirir, difundir y aprender tanto nuevas técnicas como conocimientos en el sorprendente arte del belén.

Hacer posible un Congreso es una ardua labor de equipo, que se somete a toda clase de vicisitudes desde que empieza por una idea, continúa con un proyecto y termina finalmente con una puesta en escena. Somos conscientes todos los aquí congregados de vuestros esfuerzos y vuestros trabajos. Sabemos de la entrega, el cariño y la ilusión que habéis puesto para cuidar hasta el más pequeño de los detalles y todo ello se podrá comprobar, sin duda alguna, en los resultados que queremos vivir y compartir con vosotros para hacerlo todo de TODOS.

Si estas piedras del Monasterio de la Victoria hablaran, mamposterías, arcadas y ojivas góticas del siglo XV que hoy nos abrazan y nos dan la bienvenida, nos contarían infinidad de historias y de liturgias vividas que a través de los siglos han oído y contemplado. A partir de hoy nos oirán hablar de belenes, los contemplarán y quedarán, igual que nosotros, prendadas del arte de los artistas que los crearon.

Gracias anticipadas, tanto a los que lo habéis hecho posible, como a los que venís a contemplarlo. Es hora de levantar el telón. Estamos a vuestra entera disposición para vivir, disfrutar y admirar vuestro trabajo y qué mejor para ello que encomendar estas jornadas que nos aguardan a Nuestra Señora de los Milagros, Patrona de la ciudad, para que nos sirva de estrella-guía como madre de Jesús e indudable protagonista junto a su hijo de lo que nos une y nos apasiona, EL BELÉN.

José Manuel Sánchez-Molina Mampaso – Presidente de la Federación Española de Belenistas

Cartel XLI Congreso Nacional Belenista - El Puerto de Santa María 2003

XLI Congreso Nacional Belenista 2003 – Saludos – D. Juan del Río Martín, Obispo de la Diócesis de Asidonia-Jerez

20 Jun 03
Presidencia FEB
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D. Juan del Río Martín, Obispo de Asidonia-Jerez

D. Juan del Río Martín, Obispo de Asidonia-Jerez

Estimados Belenistas:

Con motivo del XLI Congreso Nacional que celebráis en esta hermosa e histórica ciudad de El Puerto de Santa María, quiero haceros llegar mis palabras de bienvenida y animaros a que continuéis manteniendo viva y pujante esta fecunda tradición cristiana tan imbricada en nuestra cultura popular.

Cuando se habla de religiosidad popular, a menudo las mentes se dirigen automáticamente a nuestras vistosas procesiones de Semana Santa y, en algunos casos, parecen detenerse ahí. Pero la manifestación de las verdades de fe a través de expresivos signos que puedan ser entendidos por todo el pueblo, desde los sectores más cultos a los más sencillos, entraña una riqueza mucho mayor. Pero enumerar ahora los diversos modos en los que la fe se ha hecho cultura y la cultura ha servido para canalizar la fe, es una tarea que se saldría del objetivo pretendido por esta breve reflexión.

Baste decir, sin embargo, que pocas tradiciones expresan de manera tan honda, y tan asequible a la vez, el gran misterio de la encarnación y nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo como lo hace la tradición belenista. Al Dios que se escoge una sencilla familia para poner «su morada entre nosotros» se le recibe en miles de hogares con la misma alegría. Al Dios Niño que nos muestra el rostro tierno y amoroso del Padre, se acercan los pequeños de nuestras familias con los mismos ojos cargados de dulzura e ilusión. Al Dios al que acogen los ángeles cantando, lo rodeamos también nosotros con cánticos festivos. Al Dios que viene a este mundo para poner concordia y paz en los corazones, intentamos nosotros responderle con sentimientos de cariñosa fraternidad.

¡No dejéis de propagar esta fecunda costumbre cristiana! Hoy nos encontramos a muchos grupos que pretenden hacemos vivir una Navidad despojada de su referente religioso, una especie de fiesta universal sin contenido trascendente. Nuestra alegría navideña solo puede tener sentido si nace del descubrimiento de un Dios que no se desentiende del hombre, es más, que quiere hacer suyo todo lo humano, sin privarse de nada. En la soledad de un pesebre, Dios hace suyas las soledades humanas. En la adoración de los pastores, Dios nos recuerda que los pobres y sencillos son más proclives a entrar en sintonía con Él. En el orgullo y la autosuficiencia de Herodes o en la dureza del corazón del posadero, se ve reflejada nuestra cerrazón a su llamada. En el llanto de un niño, se resumen las lágrimas de tantos indefensos que sufren. En la adoración de los magos de Oriente, se manifiesta un Dios que no entiende de fronteras ni divisiones entre los hombres. Y, en el corazón palpitante de José y de María, se nos hace patente la felicidad que Dios puede llevar a quienes lo acogen en sus vidas con valentía, sin reservas, sin hacer cálculos, sin esperar nada a cambio, desde la pura gratuidad del amor.

¡Que vuestras hermosas escenas belenísticas continúen siendo testimonio de este gran misterio del Dios que se hace hombre para llevar al hombre a la divinidad, que se hace ternura para derretir el hielo invernal de nuestras entrañas! Bien y belleza van íntimamente unidos. Ese es el objetivo de cualquier belén: «que conociendo a Dios visiblemente, Él nos lleve al amor de lo invisible» (Prefacio I de Navidad). ¡Ojalá que este sea el mayor éxito de vuestro XLI Congreso Nacional!

Con mi afecto y bendición,

+ Juan del Río Martín – Obispo de Asidonia-Jerez

Cartel XLI Congreso Nacional Belenista - El Puerto de Santa María 2003

XLI Congreso Nacional Belenista 2003 – Saludos – D. Hernán Díaz Cortés, Alcalde de El Puerto de Santa María

20 Jun 03
Presidencia FEB
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D. Hernán Díaz Cortés, Alcalde de El Puerto de Santa María

D. Hernán Díaz Cortés, Alcalde de El Puerto de Santa María

Quiero hacer llegar a cuantos participáis en el XLI Congreso Nacional Belenista, en nombre de la Muy Noble y Muy Leal Ciudad de El Gran Puerto de Santa María, nuestra más cariñosa bienvenida a tantas personas provenientes no solo de España sino de Italia y Portugal, en Europa, y Brasil y Panamá, desde Iberoamérica.

Sin duda habéis encontrado 2003 razones para venir a nuestra ciudad, y vivir juntos unos días de exaltación a la artesanía, de la que El Puerto forma parte gracias a un portuense, Ángel Martínez, que supo imprimirle vida a las figuritas que creaba para los nacimientos. Sus manos moldearon figuras que son todavía muy apreciadas en toda la geografía española, y al que recientemente, y a iniciativa de los belenistas de El Puerto, hemos erigido un monumento en una plaza próxima a su barrio natal.

En un mundo tan industrializado y sofisticado resulta más que agradable saber que aún hay personas que artesanalmente desarrollan un estilo con el que crean escuela y que, al mismo tiempo, sirve para llevar a todos los hogares la más artística representación, en familia, del nacimiento de Cristo.

En el Gran Nacimiento que los belenistas de El Puerto han instalado en la antigua bodega de San José, junto a la Plaza de Toros, podréis comprobar como su trabajo, su esfuerzo y su tiempo, se ha hecho realidad en la más completa y variopinta representación belenista, que viene a justificar las 2003 razones para que estéis reunidos los componentes de más de cincuenta asociaciones que os habéis dado cita en nuestra ciudad.

Que disfrutéis de los encantos de El Puerto de Santa María. El sol y la playa están a vuestra disposición, y nuestros casi 2.800 años de historia los podréis encontrar en la monumentalidad de nuestros edificios y el carácter alegre y simpático de nuestra gente, que os recibe con los brazos abiertos junto con su Alcalde.

Hernán Díaz Cortés – Alcalde de El Puerto de Santa María